ALBANIA Y MONTENEGRO 2

 

DÍA 2

22 de Junio 2023

Quedamos a las 8:30h para bajar a desayunar, lo teníamos incluido en la reserva de la habitación y fue super completo y con unas vistas maravillosas de la ciudad. 

Vistas desde el hotel, Berat

Vistas desde el hotel, Berat

Metemos todo el equipaje en el coche y, tras el check out pagando en efectivo porque no aceptan tarjeta (siempre hay que llevar efectivo), y comenzamos nuestra ruta del día sin imaginarnos lo que nos iba a ocurrir.

Empezamos acudiendo al CAÑÓN DE OSUM, a unas 2 horas de Berat. El desfiladero tiene 26 km de largo, con una anchura que varía de 1,5 metros de ancho hasta 35. Se cree que las gargantas se formaron hace 2-3 millones de años por la erosión del agua y las paredes en vertical llegan a tener 100m de altura.

Cañón de Osum

Cañón de Osum

Cañón de Osum

A lo largo de la carretera hay indicaciones para parar en distintos miradores y tener perspectivas diferentes de este fenómeno natural tan imponente, incluido el puente del cañón en el que también merece la pena detenerte a hacer unas cuantas fotos. Como no teníamos mucho tiempo sólo paramos en los puntos panorámicos pero, para aventureros con tiempo es posible hacer rafting y dejarse llevar por la corriente del río según la estación del año en la que se visite.

Cañón de Osum

Cañón de Osum

Cañón de Osum

Cañón de Osum


Cañón de Osum

Coche de alquiler

Cañón de Osum

Nos toca volver al coche y continuar ruta a Gjirokastra. En google maps marcaba el camino por una carretera en teoría normal para llegar hasta allí pero, a pocos kilómetros de terminar el cañón, vemos como se convierte en una carretera de gravilla no asfaltada. Es cierto que, desde el rent a car, nos habían dicho que no se podía circular por gravilla, pero la verdad es que pensábamos que era un tramo corto así que continuamos con cuidado.

El tema fue que, cuanto llevábamos como 20 minutos prácticamente todo el tiempo en primera con el coche y vimos que sólo habíamos avanzado 2 kms, empezamos a plantearnos darnos media vuelta, pero significaba 2 horas y media añadidas a las 2h 40 minutos que marcaba el GPS que nos quedaban para llegar. Pues justo en ese momento se nos para el coche.

Pensábamos que se había recalentado al ir en 1ª marcha casi todo el tiempo, estar los cuatro en el coche con el equipaje y, además, estábamos a 39 °C, así que nos bajamos, abrimos el capó y esperamos un poco. Eso sí, estábamos parados en medio del camino cuesta arriba, menos mal que justo al lado había un pequeño saliente porque pasaron un par de coches y pudieron sortear el nuestro por ese lado para poder continuar ellos su camino.

Pasaba el tiempo y por más que lo intentáramos seguía sin arrancar el coche. Tras unas hora esperando casi al sol (había muy poca sombra) a casi 40°C sin agua apenas y sin nada para comer en medio de la nada (eran ya las 14:00h), decidimos ponernos en contacto vía whatsapp con el teléfono de emergencia de la agencia de alquiler de coche.

Tras una conversación en inglés en la que insistía en regañarnos por habernos metido en una carretera sin asfaltar (no pidió una foto del coche y del lugar en el que estábamos), sin preocuparle que fuera algo importante del coche o por nosotros. Yo le insistía a su vez que lo sabíamos, que lo sentíamos, que íbamos a pagar la multa de 500€ por circular por una carretera prohibida pero que, por favor, nos buscara una solución porque estábamos ya un poco desesperados. En esas que va y nos dice que nos tiene monitorizados y que su GPS le marca que el coche está sobrecalentado y que esperemos 15-20 minutos. No le habíamos dicho que llevábamos más de una hora esperando que se enfriara pero, oh casualidad, a los 5 minutos volvemos a probar y el coche arrancó como si nada. No nos lo podíamos creer, estaba claro que nos había rastreado en la gravilla (o había saltado algún sensor) y nos habían parado el coche (o el coche está programado para hacerlo en unos minutos si salta ese sensor). El caso es que arrancó.

Por supuesto nos advirtió que teníamos que dar media vuelta (algo que no dudábamos ni por un momento) e incluso siguió rastreándonos más tiempo porque a los 5 minutos nos mandó otro mensaje para que fuéramos más despacio en la gravilla.

Después de la odisea nos esperaban 4 horas de viaje hasta Gjirokastra porque teníamos que regresar a Berat para poder ir hacia el sur por carreteras asfaltadas, incluso nos planteamos ir directamente al punto final de la ruta en Sarande según estuviéramos de cansados. Sólo paramos en una tiendecita pequeña en un pueblo a comprar unas patatas y unos dulces, además de bebida, para comer mientras seguíamos la ruta.

Finalmente paramos en GJIROKASTRA sobre las 18:30h y directamente decidimos subir al castillo porque está más alto que el de Berat como para subir andando. El problema es que las calles de arriba son peatonales, está todo cortado y era imposible encontrar un sitio para aparcar el coche, así que volvemos a la parte baja de la ciudad, lo aparcamos y cogemos un taxi para que nos suba al castillo por sólo 500 lek (4,50€).

Una vez en la puerta del Castillo de Gjirokastra nos dicen que está cerrado (eran pasadas las 19h) pero, no sé muy bien porqué, como había más personas que habían subido para entrar, nos abren la puerta diciéndonos que tenemos unos minutos para visitarlo. Son 200 lek por persona (no llega a 2€).

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Aunque solo quedan ruinas de lo que fue la fortificación medieval, ofrece las mejores vistas de la ciudad y las montañas. Es el segundo castillo más grande de toda la península de los Balcanes, con fases constructivas que comienzan ya en el siglo III d.C. y cuyas murallas robustas se alzan entre los siglos XIII y XIV.  Sorprende el avión estadounidense expuesto dentro del castillo. Se comenta erróneamente que fue derribado y capturado en la II Guerra Mundial, pero en realidad es un aparato bastante más moderno y no tiene trazas de haberse estrellado. La versión oficial del gobierno comunista es que en 1961 aterrizó en Albania, posiblemente tras descubrirse que sobrevolaba el país llevando a cabo tareas de espionaje durante la Guerra Fría. El castillo es la sede del Museo de las Armas, un museo militar con armamento de diferentes épocas, entre ellos baterías de artillería alemanas.

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Castillo de Gjirokastra, Gjirokastra

Lo recorremos todo entero en tiempo récord salvo la zona donde está la torre del reloj porque está cerrada rehabilitándola (al menos lo vemos desde fuera mientras bajamos).

Gjirokastra

Salimos y vamos bajando caminando a las calles peatonales de la ciudad antigua que estaba engalanada porque iba a haber un festival dos días después. Es la zona del bazar que se remonta al siglo XVII promovido por Memi Pasha y que, a pesar de un incendio en s. XIX, mantiene toda la estructura de casas y calles de estilo otomano.

Gjirokastra

Gjirokastra

Gjirokastra

Gjirokastra

Es una zona preciosa llena de tiendas, restaurantes y bares con terrazas muy bien decorados. Nos tomamos una pinta de cerveza sentados en uno de ellos, Irish pub Gallery, por 200 lek cada una (menos de 2€) que la verdad nos la habíamos ganado con el día que habíamos tenido.

Gjirokastra

Gjirokastra

Gjirokastra

Eran ya las 20:15h cuando empezamos a bajar hasta el coche y se estaba haciendo de noche. Nos quedaban 55 minutos de ruta para llegar a SARANDË nuestro último punto del día, ya en la costa del Adriático. En concreto vamos al Hotel Mano (Rruga Mitat Hoxha NO: 21 Sarandë AL, 9701) en el que teníamos reserva para 2 noches con desayuno incluido por 100€ la habitación.

Metemos el coche en una plaza de parking del hotal (es la única que tienen y por cierto, sí o sí hay que reservar hotel en esta ciudad con parking porque si no es muy complicado) y dejmos las maletas en las habitaciones. No tiene ascensor y a nosotros nos tocó en el bajo, pero a Miriam y Alberto en la 4ª planta así que hay que tenerlo en cuenta porque eran muchas escaleras.

Tal cual íbamos decidimos cenar en el restaurante del hotel (estábamos agotados y lo único que queríamos era ducharnos y dormir). Fueron 2 platos de pasta (de pesto y otro de marisco), uno de calamares y otro de gambas, una ensalada y las bebidas por 6900 lek (66€). Estuvo bien la comida pero tampoco muy buena, sobre todo los calamares que era rebozado básicamente.

Directo a la habitación porque estábamos agotados de tantas emociones y un día tan largo.


Mapa de Ruta día 2


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