PRAGA 1




DÍA 1

17 de Marzo 2007


Viaje relámpago de un fin de semana a una de las grandes capitales europeas. Nos levantamos muy temprano porque el vuelo salía a primera hora y nos fuimos a la terminal 4 del aeropuerto de Barajas en Madrid para con la compañía Czesch volar a PRAGA.

Llegamos al aeropuerto y en tren nos acercamos al centro de la ciudad en tren porque además teníamos la reserva del hotel muy cerca de la estación principal de la ciudad. Dejamos nuestras cosas y nos preparamos para descubrir la capital checa.



Comenzamos por la Casa Municipal que era lo más cercano que teníamos, el edificio art nouveau más destacado de la ciudad. Sólo lo vimos por fuera y justo al lado nos encontramos con la Torre de la Pólvora, ennegrecida torre gótica que es puerta de entrada a la ciudad vieja. Construida en 1475, era una de las 13 puertas de la muralla fortificada que daba acceso a la ciudad.

Casa Municipal, Praga
Torre de la Pólvora, Praga
Seguimos por esa misma calle y enseguida llegamos a la Plaza Vieja, centro neurálgico de Praga y donde ya había un mercado a finales del s.XI. En ella lo primero que te encuentras es con el Ayuntamiento y especialmente con la Torre del Reloj, símbolo de la ciudad y reloj medieval más famoso del mundo. Construido en 1490, se compone de tres partes, el Calendario de Josef Mánes, el Reloj Astronómico y las Figuras Animadas.  Es realmente bonito e invita a quedarse un buen rato disfrutando de él.

Ayuntamiento, Praga
Torre del Reloj, Praga
Subimos a la Torre del Reloj para poder tener unas vistas espectaculares de toda la plaza vieja y más allá de la ciudad antigua.

Vistas desde Torre del Reloj, Praga
Vistas desde Torre del Reloj, Praga
Vistas desde Torre del Reloj, Praga
Vistas desde Torre del Reloj, Praga
Vistas desde Torre del Reloj, Praga
Vistas desde Torre del Reloj, Praga
Justo al otro lado de la plaza se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de Týn, impresionante iglesia del gótico tardío del s.XIV con dos impresionantes torres que superan los 80 metros de altura.

Iglesia Nuestra Señora de Týn, Praga
Después de un buen rato en la plaza y sus monumentos, nos dirigimos hacia el río Moldova y justo antes de llegar aprovechamos para comer en un restaurante estupendo de comida típica checa, Ceská Kuchyné (havelska st, Praga, República Checa).



Ya saciados llegamos al río y sobre todo al Puente de Carlos IV. Colocada su primera piedra en 1357, mide más de 500 metros de largo y aunque ahora es peatonal, en su momento tuvo 4 carriles para carruajes. Lo más llamativo es que puede igualarse a un museo, porque a lo largo del puente hay 30 estatuas que le dan un aspecto majestuoso.

Praga
Puente de Carlos, Praga
Puente de Carlos, Praga
Puente de Carlos, Praga
Nos quedamos en ese lado de la ciudad (también llamado Stare Mesto) y terminamos viendo el Teatro Nacional, el Rudolfinum que es una sala de conciertos y la otra zona de la ciudad desde la distancia.

Teatro Nacional, Praga
Rudolfinum, Praga
Por último porque ya comenzaba a irse la luz nos da tiempo a ver desde afuera el cementerio judío, creado en 1439 y es sobrecogedor por la cantidad de lápidas que se ven (de hecho se estima que puede haber 100000 personas enterradas allí).

Cementerio judío, Praga
Praga

Regresamos al hotel a descansar y sólo salimos un rato por la noche, lo justo para ir a cenar algo rápido porque comienza a llover bastante y a hacer frío.





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