PRAGA 2


DÍA 2

18 de Marzo 2007


Nos levantamos con tranquilidad y después de desayunar nos preparamos para visitar el otro lado de la ciudad.

Empezamos subiendo al Monte Petřín donde se puede llegar a sus 138 metros caminando o con funicular. Nosotros preferimos caminar y ya arriba las vistas de Praga son espectaculares. Allí también se encuentra la Torre de Petřín con estructura muy similar a la Torre Eiffel (de hecho se construyó dos años después de la de París, en 1891). Subimos a la torre y nos encontramos a 200 metros sobre el río Moldova.

Monte Petřín, Praga
Torre Petřín, Praga
Vistas desde Torre Petřín, Praga
Vistas desde Torre Petřín, Praga
Vistas desde Torre Petřín, Praga
Después de muchas fotos descendemos hacia la ciudad y específicamente al otro lado del río de lo visitado el día anterior, la zona Hradcany para visitar los otros monumentos emblemáticos, el Castillo y la Catedral de San Vito.

El Castillo de Praga construido en el s.IX, considerado el castillo más grande del mundo. Está formado por varios palacios y edificios conectados por estrechas callejuelas donde hay tiendas y cafeterías muy en consonancia con el entorno. En una de ellas nos tomamos un chocolate caliente mientras disfrutamos de las vistas.

Castillo, Praga
Castillo, Praga
Castillo, Praga
Castillo, Praga
La Catedral de San Vito se encuentra dentro del castillo que comenzó a edificarse en 1344 y terminó a finales del s.XIX. La visitamos también por dentro aunque no subimos a su torre porque ya habíamos visto la ciudad desde lo alto en distintos sitios.

Catedral de San Vito, Praga
Catedral de San Vito, Praga
Catedral de San Vito, Praga
Paseamos un buen rato por la zona, además de comer algo rápido y a la bajada lo hacemos hacia otro barrio de la ciudad, la ciudad pequeña o Malá Strana para dar un paseo entre sus calles. Allí vemos entre otras cosas la Iglesia de San Nicolás del s.XVII y estilo barroco.

Praga
Malá Strana, Praga
Malá Strana, Praga
Regresamos al hotel a descansar y al igual que el día anterior salimos ya de noche a cenar y otra vez lo hacemos sin pasear mucho porque el tiempo no acompañaba, al menos sí nos había permitido durante el día visitar la ciudad.




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