LOS VIAJES DE CAROL ... Y LEO: BUDAPEST 2024 2

DÍA 2

22 de Marzo 2024

Nos levantamos sobre las 8:00h y, tras arreglarnos, nos vamos caminando hacia Déak Ferenc tér (donde nos había dejado el autobús del aeropuerto el día anterior). Allí desayunamos en una cafetería llamada Café Lisboa, por cierto, nada barata la verdad.

Déak Ferenc tér, Budapest

Muy cerquita de ahí, en la plaza Madách Imre tér, en la que se encuentra una estatua de la emperatriz Sisi, nos reunimos con el resto del grupo que teníamos reservado un free tour para conocer lo básico de la ciudad de Budapest a las 10:30h.

Estatua Sisi, Madách Imre tér, Budapest

Nuestra guía se llama Celia y cuando estamos todos comenzamos el recorrido. Tras una explicación de lo básico de la ciudad como guiarse, el transporte, comidas etc., vamos lo primero de todo a la plaza donde se encuentra la Basílica de San Esteban.

Budapest

La Basílica de San Esteban junto con el Parlamento de Budapest, son los dos edificios más altos de la ciudad (con 96 m), además del segundo edificio religioso más grande del país, con capacidad para 8.500 personas. Se comenzó a construir sobre el año 1851, concluyéndose 54 años después, en el año 1905, siendo consagrada ese mismo año. Fue construida bajo los cánones del estilo neoclásico, con planta de cruz griega, de 87 m de largo por 55 m de ancho. En la capilla ubicada tras el ábside, se conserva la reliquia más importante de la cristiandad húngara: la Santa Diestra, es decir, la mano momificada del rey Esteban I, primer rey de Hungría y santo.

Basílica San Esteban, Budapest

Recorremos la avenida principal que se inicia en la basílica, Zrínyi u, donde se encuentra la estatua muy conocida en la ciudad de un policía de la época de imperio austro-húngaro bien gordito mostrando el momento de bonanza económica. Da buena suerte tocarle la barriga así que no lo dudamos por si acaso.

Zrínyi u, Budapest

Terminamos en el Danubio y continuamos recorriendo las calles más importantes de la zona de Pest mientras la guía nos cuenta gran parte de la historia de la ciudad. Llegamos a la cruz que recuerda el Tratado de Trianon, en el que después de la Primera Guerra Mundial Hungría perdió gran parte de su territorio al estar junto a Austria y Alemania en el bando perdedor.

Trianon, Budapest

Muy cerca se encuentra la Plaza de la Libertad (Plaza Szabadsag). Es un memorial de la invasión alemana. En ella se encuentra una fuente interactiva, monumento a las víctimas de los nazis personificado por un ángel y una águila y pertenencias dejadas por los sobrevivientes judíos húngaros en la época del holocausto.

Plaza de la Libertad, Budapest

Durante el siglo XX, la plaza fue escenario de protestas, revolución y guerra. Se convirtió en un monumento a la liberación comunista (siendo hogar de la última estatua comunista que queda), así como en un símbolo de la libertad del comunismo con una estatua del presidente estadounidense Ronald Reagan y de George Bush.

Plaza de la Libertad, Budapest

Terminamos en el Parlamento, el edificio más reconocible de la ciudad. Es el centro de la legislatura húngara y otras instituciones, como la biblioteca del Parlamento. Se encuentra en el distrito V de la ciudad, junto al río Danubio, situándose la entrada principal en la plaza Kossuth.

Parlamento, Budapest

El edificio fue construido entre 1884 y 1902, siguiendo los planos de Imre Steindl, que se quedó ciego unos meses antes de la inauguración. Es el mayor edificio del país, escenario de las reuniones de la Asamblea Nacional de Hungría y el segundo mayor parlamento del mundo detrás del de Rumanía. Es de estilo neogótico, aunque con algunas particularidades.

Allí termina el free tour a las 13h después de 2 horas y media de recorrido. Nosotros tras darle el dinero a la guía (además nos manda un whatsapp a todos con un montón de restaurantes de todo tipo a los que podemos ir y una tarjeta con al que hacen descuento en uno de ellos), nos vamos a comer uno de los platos más típicos, el lángos, en Retro Lángos (Bajcsy-Zsilinszky út 25, 1065). Se trata de Se trata de un pan frito en aceite normalmente untado en ajo, hecho a base de harina con levadura fresca, y con distintos aderezos arriba, siendo el más típico el de queso. Nosotros pedimos uno clásico de queso y otro llamado rústico con salchichas y cebolla, que con 2 cervezas nos costó 8800Ft (22,30€).

Volvemos andando al hotel y descansamos una hora para volver a salir a las 15:45h para irnos con un Bolt (el Uber de Europa del este) hasta la Ciudadela, en lo más alto de la ciudad, por 8€. No se puede entrar por obras, pero sí que podemos ir a los distintos miradores con unas vistas espectaculares de todo Budapest.

Vistas desde la Ciudadela, Budapest

Bajamos caminando porque justo en la base de su colina se encuentra el Balneario Géllert que teníamos reservado a las 16:30h (29€ cada uno). Decidimos reservar este balneario y no el más famoso y grande de la ciudad, el Széchenyi, porque ya habíamos ido la vez anterior que visitamos la ciudad y, además, por limpieza había alguna de sus piscinas cerradas.

Balneario Géllert, Budapest

Estamos disfrutando de sus aguas termales en todas las piscinas que tiene, incluida la exterior, hasta casi las 19h. Salimos y atravesamos el Danubio para volver a Pest a través del Puente de la Libertad, inaugurado en 1896, para acercarnos a Bálna Budapest (o también llamado Glass Whale Budapest), un museo de cristal en forma de ballena y lleno de restaurantes.

Puente de la Libertad, Budapest

Bálna, Budapest

Tomamos algo a la entrada en una terraza y vamos caminando al barrio judío para cenar en Negro Mangalica (Dohány u. 36, 1074), especializado en cerdo mangalica (autóctono del país) con pelo y sabor como el ibérico. Además, nos lo había recomendado la guía y es el que nos regalaban 2 cervezas con la tarjeta del free tour.

Pedimos de entrante una crepe rellena de ternera, milanesa mangalica y carrilleras mangalica, que con las bebidas nos cuesta 20610Ft (52€). Estaba todo muy rico y decir que pudimos cenar porque habíamos entrado a las 20:00h, si hubiéramos llegado más tarde habría sido imposible porque estaba todo reservado.

Caminando llegamos a la zona de los Ruin Bar, pero estaban a tope y nosotros aún íbamos con las mochilas del balneario, así que lo dejamos para el día siguiente. En esa zona se encuentra el pasaje Karavan, lleno de food trucks y donde comimos (en uno de sus puestos también recomendado por hacerlos de la forma tradicional al carbón) un kürtöskalács (o chimney). Es el postre por excelencia del país y no nos extrañó porque estaba espectacular con Nutella por dentro y azúcar de canela por fuera.