DÍA 3
20 de Marzo de 2015
Nos levantamos y después de recoger nuestras cosas, bajamos a la cafetería que está justo al lado del hotel para tomar el desayuno. Al estar alojados nos cuesta 3€ a cada uno y nos dan tostadas, bollería o churros, con café con leche y zumo de naranja natural.Regresamos a la habitación y bajamos todo al coche para pagar el hotel (30€) y ponernos en marcha.
Nuestro primer destino es SANTA COMBA. Es un pueblo que se encuentra entre A Coruña y Santiago de Compostela y en el que sólo queríamos dar una vuelta con el coche porque fue el pueblo donde nació mi suegro y era algo sentimental.Desde allí directos a FINISTERRA y más concretamente al cabo y a su famoso faro construido en 1853. Llegamos sin problemas (está muy bien señalizado) y dejamos el coche para, caminando acercarnos al faro, luchando contra un viento increíble, y a los acantilados que se encuentran justo detrás y que muestran un paisaje precioso de toda la costa.
Finisterra |
Finisterra |
Finisterra |
Finisterra |
El enlace del blog es: El Zampón de Compostela
El restaurante se llama San Carrodio (Av. do Cruceiro da Coruña, 16, 15703 Santiago de Compostela). El menú cuesta 12 euros y de primeros tienes para elegir como 25 platos y 7 para los segundos. En fin estupendo porque además nosotros pedimos potaje de garbanzos con bacalao que estaba muy bueno y de segundo merluza y raxo adobado. Postre, café y chupito de regalo. Todo 25 euros.
Ya con el estómago lleno, dejamos el coche en un parking muy cercano al centro de la ciudad y, disfrutando de un estupendo sol, caminamos primeros hacia la Plaza del Obradoiro. Centro monumental de Santiago, los edificios que cierran la plaza - la Catedral , el Hostal de los Reyes Católicos, hoy parador nacional y antes hospital de peregrinos; el Colegio de San Xerome, sede del rectorado de la universidad, y el Palacio de Raxoi, sede del Ayuntamiento de Santiago- son representación de los principales polos de la vida de la capital gallega: la religión, la educación universitaria, la atención al peregrino y al viajero, y la Administración.
Es una plaza preciosa y en ella destaca la gran catedral que desgraciadamente nosotros vimos en obras en sus dos torres.
Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela |
Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela |
Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela |
Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela |
Plaza del Obradoiro, Santiago de Compostela |
Entramos al templo por una de sus puertas laterales, la de la fachada es para entrar al museo, y contemplamos el retablo mayor, el órgano, el coro, las capillas y el famoso Botafumeiro, inmenso incensario de latón bañado en plata que pesa 62 kilogramos vacío y mide 1,60 metros de altura, que ya se comenzó a utilizar en el s. XI para aliviar el olor de los peregrinos que acudían.
Catedral, Santiago de Compostela |
Catedral, Santiago de Compostela |
Continuamos dando un
paseo por las calles aledañas a la plaza que estaban muy vacías (qué diferencia
con otros momentos del año en que están repletas de gente) y poco a poco fuimos
regresando al coche.
Santiago de Compostela |
Santiago de Compostela |
Pagamos el parking y programamos el GPS para irnos directos
a PONTEVEDRA, por autopista que
nos costó 5€.
Llegamos al hotel que
teníamos reservado (después de dar unas cuantas vueltas para encontrar un sitio
donde aparcar el coche), Hotel Room (Calle del Profesor Filgueira Valverde, 10, 36004 Pontevedra) e hicimos
el check-in para descansar un poco en la habitación.
Ya anocheciendo salimos para hacer una primera visita a la ciudad vieja de Pontevedra que estaba muy cerca andando desde el hotel. Recorremos las distintas plazas iluminadas (era de noche) y siguiendo las sugerencias que una amiga de mi trabajo nos había dado (su novio es de la ciudad), fuimos a la Plaza de la Verdura primero para tomar un vino blanco, seguimos en la misma plaza tomando otro con una tapa en Tapas e Viños y terminamos en la Taberna de Félix (calle Figueroa 20) para cenar.
Es un sitio pequeño, nosotros tuvimos suerte porque no había casi gente pero seguro que en momentos más turísticos habrá problemas para encontrar mesa, en donde comimos unas raciones caseras buenísimas. Pedimos pulpo, calamares en su tinta y pimientos de padrón con botella de vino incluida (38€), y desde luego recomiendo el sitio sin dudas.
Estábamos cansados así que regresamos caminando al hotel y a la habitación a dormir.
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