DÍA 12
5 Julio 2016
Toca de nuevo madrugón, desayunamos,
dejamos las maletas grandes en el hotel (volveríamos al día siguiente para dos
noches más y así sólo llevábamos lo justo en dos mochilas) y a las 7:00h
estábamos en la puerta porque nos iba a buscar el conductor para las visitas del
día pero sin guía. Por cierto que otra vez una minivan para nosotros solos.
Comenzamos la primera parada en el
pueblo de CHINCHERO donde vemos la plaza principal de edificios blancos
incluida la iglesia y justo detrás hay bastantes andenes o terrazas que los
incas utilizaron (y que todavía hoy lo hacen la gente del pueblo) para el
cultivo de diferentes alimentos.
Seguimos a MORAY donde hay un circuito
que lleva hacia debajo de las espectaculares terrazas incas circulares y
concéntricas y otro circuito alrededor por arriba (entrando hacia la derecha)
que es el que elegimos porque nos lo había recomendado la guía el día anterior
y tenía razón.
Este circuito permite ver la estructura
principal desde distintas perspectivas desde arriba pero también otras terrazas
circulares más pequeñas que se encuentran por el camino y que otros se pierden
al solo bajar y subir.
El siguiente punto son las SALINERAS DE
MARAS donde tenemos que pagar 10S cada uno (los otros sitios del día estaban
todos incluidos en el boleto turístico).
Hacemos fotos primero desde arriba para
tener la perspectiva y luego el chófer nos deja tiempo para bajar y explorar
por nuestra cuenta. Es un lugar enorme con pozas de producción de sal, de hecho
en muchas de ellas la gente estaba trabajando metiendo en sacos la sal
completamente de forma natural y artesanal. Es bastante llamativo la verdad.
Son las 12:15h cuando llegamos a
URUBAMBA, el pueblo donde está el sitio donde tenemos la comida buffet
incluida. Nos llevamos una gran sorpresa porque el restaurante, Tunuka, es
precioso, a orillas del río con un jardín enorme y, lo más importante, con una
variedad de comida increíble.
Nos ponemos las botas y sólo pagamos
los dos refrescos que pedimos 14S para, una hora después, ir hacia nuestro
conductor para que nos lleve al último punto, OLLANTAYTAMBO.
Llegamos pronto y ahí nos despedimos
del conductor para explorar un poco por nuestra cuenta el pueblo, cambiar un
poco más de dinero y entrar en la zona arqueológica, de nuevo impresionante y
muy bien conservada.
Se trata de uno de los complejos
arquitectónicos más monumentales del antiguo Imperio inca, comúnmente llamado
«Fortaleza», debido a sus descomunales muros, fue en realidad un Tambo o
ciudad-alojamiento, ubicado estratégicamente para dominar el Valle Sagrado de
los Incas.
Eso sí, hay que subir muchísimas
escaleras ya que está en la ladera de la montaña y aunque estábamos un poco
cansados no podíamos no subir para disfrutar de las ruinas y también de la
panorámica.
Bajamos rápido para ir con tiempo
caminando a la estación de tren ya que tenía la salida a las 15:37h y el
embarque era 30 minutos antes.
Ya en Arequipa Verónica nos había
entregado toda la documentación necesaria para nuestro día en Machu Pichu, así
que subimos al tren del Perurail (por cierto que cuesta 120 dólares ida y vuelta
según vemos en el billete, nosotros por supuesto lo teníamos incluido) y tras
una hora y media recorre los menos de 50 kilómetros que nos separan de AGUAS
CALIENTES.
A nuestra llegada ya nos está esperando
una responsable del hotel reservado, el Flower House (Calle Kory Wakanki B-9,
Aguas Calientes, Perú) al que vamos andando, está todo muy cerca, y justo ya
nos esperaba Rina, la guía del día siguiente para Machu Pichu.
Nos explica qué debemos llevar, cómo va
a ser el itinerario y quedamos con ella a las 5:30h a la mañana siguiente.
Tras descansar un poco y preparar las
mochilas bajamos a explorar un poco y el pueblo, totalmente turístico, con
muchas tiendas y restaurantes, decidiendo cenar en la terraza de uno de ellos
mirando hacia la calle principal.
Pedimos una pizza mediana y
aprovechamos el 4x20S en bebidas para tomar 2 cervezas Cusqueñas cada uno, todo
71S porque de repente en la cuenta vemos que habían añadido 12S en tasas que
por cierto no venía en la carta. Se lo decimos al camarero y nos dice que todo
cobran tasas y no le damos más vueltas porque él no tenía nada que ver pero sí
le decimos que es ilegal que no esté informado en la carta (al día siguiente le
preguntamos a la guía y nos confirma que hay muchos lugares que cobran tasas y
que al entrar hay que preguntar con antelación).
Regresamos al hotel comprando antes en
un supermercado agua, pan y embutido para preparar unos sándwiches en la
habitación para el día siguiente y nos acostamos a descansar.
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