DÍA 15
9 Julio 2022
Nos levantamos a las 6:45h porque
habíamos quedado a las 7:15h para desayunar. Últimas fotos de SEATTLE desde la
cubierta, incluyendo el monte Rainier que se veía espectacular y acudimos al
atrio a esperar nuestro horario de desembarque (habíamos pedido el último
porque teníamos tiempo de sobra). Por cierto, que al recoger el recibo de los
gastos nos damos cuenta que nos han hecho un descuento adicional al que ya
teníamos en la excursión de las ballenas por todo el retraso de tiempo que
hubo. Nos costó la mitad de precio, está claro que en Estados Unidos quieren
evitar reclamaciones y malas críticas como sea.
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| Seattle |
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| Seattle |
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| Seattle |
Desembarcamos a las 9:15h,
recogemos las maletas abajo y comenzamos a caminar hasta el Light Train en
University Station que nos lleva al aeropuerto (3$ cada uno el billete).
Nos habían mandado un mail esa
mañana sobre el retraso de casi 50 minutos del vuelo de Seattle a Amsterdam.
Como sólo teníamos 50 minutos de margen para la conexión con el vuelo a Madrid,
a la hora de facturar las maletas lo comentamos y, como sólo tienen 3 plazas
libres en un vuelo a París conexionado con tiempo con Madrid, son Miriam y
Alberto los que se van en ese ya que no podían arriesgarse a perder el segundo
vuelo porque tenían ya comprado el tren AVE de Madrid a Zaragoza.
Por tanto, nos separamos y Leo y
yo nos vamos a la puerta de embarque del vuelo Delta a Amsterdam con salida a
las 14:37h.
Llegamos al aeropuerto de Amsterdam
a las 9:00h del domingo 10 de Julio (hora local). Nuestro siguiente vuelo salía
a las 9:30h así que comenzamos a correr por toda la terminal del aeropuerto,
pasamos el control de pasaportes y, con lengua fuera, sudando y agotados
llegamos a tiempo a la puerta de embarque. Luego se retrasó la salida así que
habríamos llegado pero, la verdad, fue angustioso.
Aterrizamos en MADRID a las
12:45h y aún nos encontramos con nuestros amigos en las cintas de equipaje que
ellos acababan de recoger de su vuelo de París. Nos despedimos y nos quedamos
nosotros esperando nuestras maletas que, como nos temíamos, no salieron. La
escala había sido muy corta y nos les había dado tiempo de sacar las maletas
del vuelo de Seattle y meterlas en el siguiente.
Acudimos al mostrador dentro de
la terminal para reclamar las maletas y nos informan que las tienen controladas
y que van a llegar en el siguiente vuelo de Amsterdam-Madrid que llega a las
16:30h. Tras pasar por casa, comer y un poco de siesta regresamos al aeropuerto
y allí teníamos el equipaje.
Viaje de regreso accidentado,
pero al final todo salió bastante bien.
En resumen es un viaje que puede hacerse si se ha viajado mucho y se quiere conocer luegares nuevos. Tanto Vancouver como Seattle me gustó mucho pero el crucero los hay mucho mejores, realiza paradas muy cortas y la organización de las salidas y regresos al barco dejan mucho que desear. Hay que añadir que no hay espectáculos nuevos todos los días sino que repiten mucho, algo que no nos había pasado en ningún otro crucero. Es un viaje muy caro para lo que ofrece, pero nosotros ya podemos tachar esa parte del planeta como vista.
¡¡¡ FIN DEL VIAJE !!!
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