DÍA 8
29 de Enero 2016
Empezamos el último día antes de
comenzar el regreso a España a la misma hora de todos los días, las 8:00h. La
ventaja es que es el único día en el que no tenemos que recoger todo porque
repetimos noche en el mismo hotel, así que muy ligeros nos metemos en el coche
tras desayunar en el apartamento para comenzar la ruta.
Empezamos en JOSSELIN, a unos 70
kms de la capital bretona y, tras dejar el coche de forma gratuita (había que
colocar el marcador de tiempo que nos dieron en la oficina de turismo porque se
podía aparcar una hora y media) enfrente de la oficina de turismo, empezamos la
visita mapa en mano recorriendo preciosas y perfectas calles del centro, de nuevo
muchas con entramadas de madera. Se incluye la casa más antigua de la ciudad
datada en 1538.
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Josselin |
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Josselin |
Visitamos la catedral y bajamos
hacia el río Oust para maravillarnos con la vista del enorme castillo, habitado
por la familia Rohan durante diez siglos y que pertenece a un estilo feudal y
del renacimiento. Parece sacado de una película de la Edad Media.
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Josselin |
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Josselin |
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Josselin |
Al otro lado del río damos un
paseo rápido por el barrio más antiguo de la ciudad (del s.XVI) y vamos
regresando hacia el coche. Merece la pena acercarse a esta pequeña ciudad.
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Josselin |
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Josselin |
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Josselin |
Seguimos a ROCHEFORT-EN-TERRE, un
pequeño pueblo de piedra considerado uno de los más bellos de Francia y con
razón. Lo malo es que la oficina de turismo estaba cerrada todo el mes de enero
y que empezó a llover. A pesar de ello pudimos dar una vuelta por sus calles
desiertas y además como era cerca de las 13:00h decidimos entrar a comer para
que no nos pasara como en días anteriores que apurábamos con el tiempo y
encontrábamos todo cerrado.
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Rochefort-en-Terre |
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Rochefort-en-Terre |
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Rochefort-en-Terre |
Comemos el menú que ofrecían y
regresamos al coche (lo habíamos dejado en un parking en el que hay que pagar
un fijo de 2,50€) y seguimos camino.
Continuamos nuestro día
dirigiéndonos a VITRÉ, a unos 150 kms pero ya del lado cercano a Rennes para no
alejarnos. Llegamos sin problemas y como en
otras ocasiones dejamos el coche aparcado justo enfrente de la oficina de
turismo (1€) donde cogemos el mapa de la ciudad.
Damos una vuelta por todo el
centro de la ciudad, muy bonita para visitar, especialmente su castillo,
construido en el s.XI, en lo alta que
está muy bien conservado y al que debido a la temporada de nuestro viaje, no
pudimos entrar pero era especial vernos como únicos turistas haciendo fotos
mientras todos los niños salían de la escuela de al lado.
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Vitré |
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Vitré |
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Vitré |
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Vitré |
Se nos echaba la tarde encima así
que rápido nos vamos al último punto de la ruta del día, FOUGÈRES a 29 kms de
distancia. Como en otras ocasiones y bajo una fina lluvia, recogemos un mapa en
la oficina de turismo, dejamos el coche en un parking y empezamos la visita.
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Fougères |
Recorremos la parte alta de la
ciudad, hay dos zonas muy diferenciadas, y sobre todo nos acercamos al Jardin
Public, justo detrás de la Iglesia Saint-Leonard porque nos habían informado
que era desde donde se tenían mejores vistas de la ciudad y especialmente del
castillo. La verdad es que no defrauda y hacemos unas fotos estupendas desde la
terraza del jardín.
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Fougères |
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Fougères |
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Fougères |
Regresamos al coche y bajamos con
él al castillo parando un momento para hacer unas fotos porque ya estaba
echándose la noche encima. Por cierto que este castillo fue mencionado por
primera vez a finales del s.X y se fue agrandando progresivamente hasta el
magnífico monumento que se puede ver ahora.
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Fougères |
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Fougères |
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Fougères |
Con toda la ruta terminada,
volvemos a Rennes y directos porque era un poco tarde nos vamos al centro de la ciudad para dejar el coche en un parking cubierto (estaba dificil aparcar en la calle) para irnos a cenar. Habíamos mirado en la guía y recomendaban una pequeña crepería en una calle peatonal llamada La Ville d'Ys (5 Rue Saint-Georges, 35000 Rennes, Francia), que es por supuesto una casa de entramado de madera.
Pedimos dos crêpes, sidra y otra de postre.
Regresamos al parking del coche llevándonos la sorpresa de que la puerta de entrada de coches estaba cerrada (cerraba a las 20h) y tras un poco de incertidumbre de qué iba a pasar, pagamos y salimos sin problemas porque se abre la puerta de forma automática sólo desde dentro. Volvemos al apartamento y a descansar.
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