20 Enero 2020
Aterrizamos en DUBAI (Emiratos Árabes Unidos) a las 7:20
hora local, +3h respecto a España, tras poco más de seis horas y media de vuelo
directo. Curiosamente el desayuno en el avión lo dieron muy pronto y no nos
enteramos ni encendieron las luces así que como estábamos intentando dormir no
pudimos tomar nada.
Pasamos el control de pasaportes muy rápido y, tras coger
las maletas, salimos de la zona de embarque y vemos todas juntas las compañías
de teléfonos que venden tarjetas SIM para tener datos de internet. Ya me había
informado y vamos directamente a la compañía Du, que se supone la que tiene el
rango más amplio, y tras 30 minutos de espera por fin compramos una tarjeta con
2Gb para gastar en 14 días por 75 AED (dirham emiratí), unos 18€. Sin problemas
para pagar con tarjeta. La metemos al móvil y sin hacer nada más, en unos 10
minutos, está funcionando plenamente.
Nos dirigimos al metro y compramos dos billetes sencillos
para la parada de Al Gubaiba (equivale e 2 zonas) que nos cuestan 8 AED cada
uno. En el metro hay máquinas en inglés para los billetes y se puede pagar con
tarjeta de crédito. Hay que poner el número de zonas dependiendo de la estación
a la que te dirijas, hay un listado justo en la máquina para saberlo, ya que el
precio varía dependiendo de la distancia.
Metro Dubai, MAPA
Metro Dubai, MAPA
Tenemos que hacer una conexión, sólo en estos momentos hay
dos líneas funcionando una roja y otra verde, pero es un metro totalmente
moderno y fácil de manejar ya que es sencillo y tiene pocas estaciones. Como
curiosidad hay vagones exclusivos de mujeres, indicados en el suelo de cada
estación para ponerse en la fila y vagones Gold para los que se paga más pero
son más exclusivos, también indicados.
Nos queda el último trayecto desde la estación de metro
hasta el puerto de cruceros que tenemos que hacer obligatoriamente en taxi. Son
casi 4 kilómetros pero es que además está prohibido caminar dentro de todo el
recinto del puerto. Nos cuesta el taxi 10$, era un montón pero nos pilló muy
cansados, sin haber dormido nada y sin ganas de regatear. Además no llevábamos
moneda local para que pusiera taxímetro y no teníamos billete más pequeño. No
aceptaba tarjeta o eso nos dijo.
Ya había realizado el check-in del crucero por internet, así
que de forma muy rápida nos dan las tarjetas de nuestro camarote (el 3500) y
nos recogen las maletas.
Toca esperar media hora en la terminal del puerto porque era
tempano, pero lo bueno es que la naviera monta un puestito con café, zumo y
bollería que nos salva porque estábamos sin desayunar.
A las 11:30h podemos subir ya al barco, el Jewel of the
Seas, pero como los camarotes no van a estar listos hasta las 13:00h comenzamos
a explorar las distintas cubiertas y a las 12:00h nos vamos a comer al buffet.
Así bajamos al camarote justo a las 13:00h totalmente agotados, y nos echamos
una siesta de dos horas y media, hasta que comienzan a avisar por megafonía que
había que acudir al teatro a las 16:00h para la explicación del simulacro
obligatorio.
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| Crucero Jewel of the Seas, Royal Caribbean |
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| Crucero Jewel of the Seas, Royal Caribbean |
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| Crucero Jewel of the Seas, Royal Caribbean |
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| Crucero Jewel of the Seas, Royal Caribbean |
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| Crucero Jewel of the Seas, Royal Caribbean |
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| Dubai desde crucero Jewel of the Seas, Royal Caribbean |
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| Crucero Jewel of the Seas, Royal Caribbean |
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| Dubai desde crucero Jewel of the Seas, Royal Caribbean |
Nos sientan en una mesa enorme de 10 plazas pero finalmente
sólo somos 6 personas, una pareja de Puerto Rico y otra pareja, ella española y
el marido brasileño pero que viven en Inglaterra hace años.
Pronto nos ponemos a hablar y pasa la cena rápido, tanto que
a punto no llegamos al primer espectáculo del teatro a las 22:15h. Primero
hacen una presentación del cuerpo de baile y cantantes del crucero a cargo de
Andrea que es el director de animación y, luego, el espectáculo corre a cargo
de una pareja de ucranianos contorsionistas y equilibristas que son una
auténtica maravilla, nos dejan con la boca abierta.
Tras el teatro y dar otra pequeña vuelta por el barco nos
volvemos al camarote a dormir porque estábamos muy cansados.
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