DÍA 11
24 de Junio 2025
Se nos acaba la ruta tras varios días recorriendo todo el país así que metemos todo el equipaje en el coche tras el check-out por última vez.
Vamos hacia el centro de la ciudad para desayunar y lo hacemos en un sitio de donuts (que estaban buenísimos) llamado The Donut Library (Bulevardul Tomis 97, Constanța 900669). Antes de meternos en carretera paramos un momento el coche a la altura del paseo marítimo principal donde se encuentra el Casino de Constanta para hacer unas fotos. Es el monumento emblemático de la ciudad y se construyó en 1880 con una estructura de madera. Varios años más tarde, este edificio fue destruido por una tormenta y el municipio de Constanta decidió construir el edificio del Casino actual que se finalizó en 1910, sustituyendo el edificio temporal.
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| Constanza |
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| Casino Constanza, Constanza |
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| Casino Constanza, Constanza |
Recorremos las casi 3 horas que nos separan del Aeropuerto internacional Bucarest-Henri Coandă para devolver el coche de alquiler. Lo hacemos sin ningún contratiempo y, para llegar al centro de la ciudad de BUCAREST, lo hacemos en Uber desde la misma oficina de Alamo del aeropuerto. Nos cuesta 58lei (12€).
De nuevo con las instrucciones que nos proporciona el dueño, subimos al apartamento que teníamos reservado para las dos últimas noches del viaje en la capital del país, el Tudor's apartment (3 Bulevardul Corneliu Coposu, Sector 3, 030601 Bucarest), para dejar todas nuestras cosas.
Estamos muy céntricos, a pocos metros de la Plaza Unirii y como en ella hay un McDonalds decidimos comer algo allí porque ya era bastante tarde y no queríamos perder mucho tiempo.
Tras la comida nos metemos en las mochilas lo necesario para ir a las Termas de Bucarest, las consideradas más grandes de Europa. Para llegar lo hacemos en Uber que le cuesta una hora con un calor tremendo que hacía en la ciudad. Nos cuesta 129lei (25€).
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| Termas de Bucarest, Bucarest |
Pagamos las entradas más caras para poder acceder a las 3 zonas en las que se divide todo el complejo para estar 3 horas en total. Es la entrada a Elysium y cuesta 137 lei cada uno. Por cierto que hay que llevar toallas, nosotros no lo hicimos y tuvimos que alquilar unas. No es necesario gorro de baño.
Estuvimos las 3 horas dentro del complejo que nos decepcionó bastante. Teníamos en mente (como suele ser en el resto del mundo el concepto termas) ir para estar relajados, para desconectar, para pasar un rato tranquilos y agradable pero nada que ver. Hay muchísima gente, mucho ruido, hay barras de bar dentro de las piscinas por lo que muchos estaban pasados de alcohol y un DJ poniendo música a tope.
Al ver esto decidimos subirnos la mayor parte del tiempo a la zona más cara que ya habíamos pagado, que estaba más tranquila, pero que básicamente son distintos tipos de saunas con diferentes temperaturas y temáticas.
Al final aún pasamos por la parte de los toboganes y nos tiramos por los tres más impactantes para poder decir que habíamos probado todo lo que ofrecían.
Regresamos al apartamento a las 20:30h de nuevo en Uber que nos cuesta 72lei (15€) y, después de ducharnos, nos vamos a cenar.
Había apuntado algunos lugares para comer o cenar en Bucarest y nos decantamos por uno que teníamos bastante cerca, en la Plaza Universidad, llamado La Mama Universitate (Bulevardul Regina Elisabeta 11-13, București 030167). Leo y yo pedimos 2 platos tradicionales rumanos que estaban deliciosos, la sopa Peasant’s Soup with Smoked Ribs (no tenían la sopa agria con albóndigas muy típica del país pero esta no nos defraudó) y Ardei umpluți unos pimientos rellenos de carne y arroz, servidos con una salsa de tomate casera que, aunque no estaban en la carta, como se los nombré al camarero nos los hicieron y estaban riquísimos. Nos cuesta la cena 326lei (65€).
Tras la cena tomamos unas cervezas en la terraza del The PUB Bucharest (Bulevardul Regina Elisabeta 9, București 030167) situada en la misma plaza, antes de volver al apartamento a dormir.
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