JORDANIA 5


DÍA 5

24 Enero 2018


Por fin llega el día más importante y esperado del viaje, la visita a la ciudad perdida de PETRA.

Otra vez nos levantamos a las 6:30h porque nos recogían a las 7:30h (en teoría el guía el día anterior había planteado a las 8 pero tras votación preferimos la mayoría adelantar la hora para poder aprovechar más el día).

En media hora estamos en el centro de visitantes del Parque Arqueológico de Petra, una de las 7 maravillas del mundo moderno. Tras pagar el guía las entradas (están incluidas en el tour pero decir que vale 50 dinares por persona) nos cuenta generalidades del lugar delante del mapa del parque antes de por fin entrar.

          

Fundada en la antigüedad hacia el final de siglo VIII a. C. por los edomitas, fue ocupada en el siglo VI a. C. por los nabateos que la hicieron prosperar gracias a su situación en la ruta de las caravanas que llevaban el incienso, las especias y otros productos de lujo entre Egipto, Siria, Arabia y el sur del Mediterráneo. Hacia el siglo VI d. C., el cambio de las rutas comerciales y los terremotos sufridos, condujeron al abandono de la ciudad por sus habitantes. Cayó en el olvido hasta que en 1812 el lugar fue redescubierto para el mundo occidental por el explorador suizo Jean Louis Burckhardt (1784-1817).

Sólo 2 de nosotros decidimos realizar los primeros 500 metros del camino a caballo, el paseo está incluido en la entrada, pero no la propina, así que nosotros decidimos darle 2 dinares por mi caballo aunque parece que esperaba más porque se queda algo enfadado pidiendo al menos 3.

Inicio a caballo del Parque Arqueológico de Petra
Nos volvemos a juntar todos en un puente que marca la entrada al desfiladero llamado El Siq. El Siq no es realmente una garganta, ya que no se formó por la erosión del agua, sino por fuerzas tectónicas que causaron que la montaña de piedra arenisca se dividiese por la mitad creando un profundo y estrecho sendero. Más tarde, el agua de las repentinas inundaciones redondeó gradualmente los afilados bordes de la garganta en suaves curvas.
La entrada una vez llegó a contar con un arco monumental, pero se derrumbó en 1.896 después de un terremoto. Solo los dos pilares y algunas piedras labradas de aquel arco permanecen actualmente.

Desfiladero El Siq, Petra
El camino a través del Siq serpentea durante 1,2 kilómetros, entre acantilados de arenisca que se elevan 150 metros a cada lado. En el camino se pueden encontrar varios artefactos arqueológicos tales como acueductos antiguos que se ejecutan a lo largo de los lados del cañón y llevaban agua hasta el centro de Petra. También hay pequeños nichos tallados en la roca, en lo alto de la tierra, restos de lo que debieron haber sido grandes e impresionantes estatuas o cámaras subterráneas cuya función no está clara.

Desfiladero El Siq, Petra
Desfiladero El Siq, Petra
Desfiladero El Siq, Petra
Hay que reconocer que es una sensación increíble y sobrecogedora el recorrerlo y definitivamente es una de las partes más impresionantes de todo el parque.

El desfiladero no podía terminar de mejor manera, justo en la parte más famosa de Petra, el Tesoro. 

Desfiladero El Siq, El Tesoro, Petra
El Tesoro (en árabe, Al-Khazneh), de 40 m de altura por 28 m de anchura, fue construido probablemente en el siglo I a.C. por el rey nabateo Aretas III. Su diseño no tiene precedentes en Petra, de manera que debió ser excavado en la roca por constructores helenísticos mezclando su propio estilo con el nabateo.

El Tesoro, Petra
El Tesoro, Petra
Debido a su nombre y esperando realmente un tesoro en su interior ha sido saqueado varias veces y también incluso aún se ven claramente los disparos que hicieron a la cúpula situada en lo más alto pensando que iban a encontrar riquezas.

El Tesoro, Petra
La fachada tiene dos niveles; el inferior, de 12 m de altura, está decorado con seis columnas que soportan un frontón, y a los lados hay relieves escultóricos mal conservados que guardan la entrada, en el segundo nivel hay representadas tres falsas glorietas con seis columnas frontales.

Es de una belleza increíble y sobrecoge la altura y especialmente el verlo tallado directamente en la roca. Además no había mucha gente, así que nos hacemos fotos sin parar incluyendo a los dromedarios que se encuentran allí a la espera de turistas.

El Tesoro, Petra
Continuamos el recorrido para ir descubriendo la grandiosidad de la ciudad perdida porque cuando se habla de Petra parece que sólo es la fachada de El Tesoro, pero nada más lejos de la realidad, hay muchísimos monumentos en los 4 kms que separa el centro de visitantes de los restaurantes al final del recorrido.

Descendiendo desde el Tesoro, el wadi se ensancha para crear una vía más grande. A la derecha, el gran macizo de Jebel al-Khubtha se cierne sobre el valle. Dentro de sus acantilados orientados al oeste se encuentran algunos de los lugares de entierro más impresionantes en la Ciudad de Petra. Estos son conocidos colectivamente como las ‘Tumbas Reales’.

Tumbas Reales, Petra
Tumbas Reales, Petra
Tumbas Reales, Petra
El Teatro fue originalmente construido por los nabateos (no los romanos) hace más de 2000 años. El teatro fue cincelado de la roca, cortando a través de muchas cuevas y tumbas en el proceso. Fue ampliado por los romanos para albergar alrededor de 8500 personas poco después de llegar en el año 106.

El Teatro, Petra
Bajando desde el Teatro, la Calle de las Columnas marca el centro de la ciudad de Petra. Fue construida alrededor del año 106 DC y sigue el patrón romano estándar de un decumanus este-oeste. Pero sin el cardo maximus normal (eje norte-sur). Varias columnas de piedra arenisca revestidas de mármol bordeaban originalmente la calzada de 6 metros de ancho.

Calle de las Columnas, Petra
Calle de las Columnas, Petra
Todo el camino lo hacemos parando frecuentemente para escuchar las explicaciones de Omar y además también vemos algunas tiendas de beduinos vendiendo desde especias y jabones, el libro de una Neozelandesa que se casó con un beduino y vivió en una cueva en Petra, o recuerdos turísticos. En una de ellas nos paramos algo más donde venden y también te aplican el khol, la raya en los ojos típica de beduinos.

Petra
Petra
Petra
A las 12:20h llegamos a los restaurantes. Ahí el guía nos deja tiempo libre teniendo en cuenta que el restaurante que tenemos pagado cierra a las 15:00h y que el autobús estaría en el parking desde las 17 para irse esté quien esté a las 17:20h hacia los hoteles.

Ocho de nosotros decidimos no comer todavía para primero subir a El Monasterio (Al-Deir en árabe). El antiguo camino de roca de más de 800 escalones comienza en el Museo Nabateo y sigue la antigua ruta procesional, y aunque al principio asusta un poco, finalmente la subida no es tan dura porque el camino está perfectamente marcado y merece mucho la pena.

Subida a El Monasterio, Petra
Escondido en lo alto de las colinas, el Monasterio es uno de los legendarios monumentos de la Ciudad de Petra. Es semejante en diseño a la Tesorería pero mucho más grande (50m de ancho y 45m de alto). Fue construido en el siglo 3 AC como una tumba para los Nabateos. Deriva su nombre de las cruces talladas en las paredes interiores, sugestivas de su uso como una iglesia en tiempos bizantinos. 

El Monasterio, Petra
El Monasterio, Petra
Una vez arriba se puede seguir subiendo a distintos miradores, nosotros lo hicimos en dos, para ver desde lo alto el monumento pero también para poder disfrutar de las impresionantes vistas del valle.

Mirador El Monasterio, Petra
Bajamos y a las 14:20 estamos en el restaurante hambrientos después de todo el esfuerzo físico, así que nos entra la comida tipo buffet estupendamente.

Comenzamos el camino de regreso charlando y disfrutando de nuevo de los monumentos, incluyendo que volvemos al chico del khol que nos pinta los ojos.

Petra
En ese punto Leo y yo seguimos solos porque el resto se queda en otras tiendas y, cuando llegamos a El Tesoro de nuevo se nos ocurre subir al mirador de arriba de la montaña. Subes con un guía de allí que nos pedía 10 dinares por personas, pero nosotros sólo teníamos 5 dinares por los dos, así que después de un tira y afloja al final acepta pero sólo para llevarnos hasta la mitad del camino.

Nosotros aceptamos pensando que el camino estaría bien marcado como el de El Monasterio, sin saber lo que nos esperaba. Una subida entre rocas en el precipicio, trepando con mucha dificultad, llegando incluso a platearnos regresar porque no encontrábamos cómo continuar hacia arriba, pero al final (a cabezones no nos gana nadie) lo conseguimos.

El Tesoro desde el mirador, Petra
Fotos de rigor y para abajo con bastante peligro pero al final llegamos al suelo sin lesiones teniendo que hacer todo el camino de regreso por el desfiladero (nos quedaba 1,5kms) a un paso rapidísimo con lo agotados que estábamos de todo el día, para llegar justos al minibús a las 17:15h, por los pelos.

Regresamos al hotel, descansamos, cenamos con el grupo y a dormir después de un día muy emocionante.







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