LOS VIAJES DE CAROL ... Y LEO: ALBANIA Y MONTENEGRO 6

DÍA 6

26 de Junio 2023

A las 8:30h bajamos a desayunar que justo hay una panadería-pastelería con mesas dentro para tomar café debajo de los apartamentos. 3 zumos de naranja, 4 bollos y un café con leche 16,70€.

Nos ponemos en marcha con el coche durante 40 minutos que se hacen más largos sobre todo porque a medida que nos vamos acercando al destino el atasco aumentaba. Llegamos a KOTOR y justo antes, en una gasolinera a la derecha, vemos que hay un descampado enorme donde la gente va dejando los coches y nosotros hicimos lo mismo. Menos mal porque más cerca de la ciudad ya no hay nada de espacio y es como una ratonera.

Nos dirigimos a la ciudad medieval y entramos por el bastión Gurdić atravesando las murallas del s. XV, de 5 km de longitud, con 20 metros de alto y 10 metros de ancho.

Batión Gurdic, Kotor

Como ya estaba haciendo bastante calor, y eso que no eran ni las 10 de la mañana, decidimos ir lo primero de todo a enfrentarnos a la subida de la Fortaleza de St. John. Tras unos tramos de escaleras todavía con casas (y gatos alrededor), llegamos al torno de la entrada y pagamos los 8€ cada uno para poder subir.

Kotor

La cima de St. John ya estaba fortificada durante la época de los ilirios. En el siglo vi, el emperador Justiniano reconstruyó la fortaleza y posteriormente pasó el imperio bizantino, República de Venecia y el Imperio Austriaco. Tras la derrota de Austria durante la Primera Guerra Mundial, se ven forzados a abandonar y la fortaleza queda desatendida. Diversos terremotos han dañado las fortificaciones en 1563, 1667 y más recientemente el 15 de abril de 1979. Actualmente no está en muy buenas condiciones pero lo más importante de subir no es tanto la fortaleza en sí, sino las impresionantes vistas de toda la bahía.

Vistas y subida Fortaleza St John, Kotor

Hay varios miradores a lo largo de la subida de las antiguas torres y bastiones de la fortaleza en las que vamos parando con la excusa de hacer fotos pero también para poder respirar porque es dura.

Vistas y subida Fortaleza St John, Kotor

Aproximadamente a mitad de camino se encuentra la Iglesia de la Señora de la Salud un templo ortodoxo del s. XVI y donde algunas personas deciden terminar la subida.

Iglesia Señora de la Salud, Vistas y subida Fortaleza St John, Kotor

Vistas y subida Fortaleza St John, Kotor

Nosotros continuamos y por fin, empapados de sudor y con la lengua fuera, superamos los 100 metros de altura a la iglesia y los 210 hasta la fortaleza que, como se hace en zigzag, suponen 400 metros y 950 metros respectivamente con un desnivel medio del 27%. En escalones son unos 1500 en total así que bien merecido teníamos el orgullo de haberlo superado y en pleno verano.

Vistas y subida Fortaleza St John, Kotor

Eso sí, el esfuerzo merece muchísimo la pena porque las vistas son realmente espectaculares de la ciudad de Kotor y, a medida que se va subiendo, de toda la bahía y el fiordo más septentrional de Europa. Impresionante.

Vistas y subida Fortaleza St John, Kotor

Comenzamos a descender y damos una vuelta por la ciudad vieja, tras tomarnos un refresco bien merecido en una de sus terrazas, viendo la Catedral de San Trifón, la Iglesia de San Lucas y la de San Nicolás que están en la misma plaza y la Torre del Reloj entre otras cosas. Salimos por la Puerta del Mar, la principal de la ciudad que data de 1555. Se ve el león de San Marcos, símbolo de Venecia y en la parte superior la fecha en que la ciudad fue liberada de los nazis con una estrella comunista y una frase de Tito.

Kotor

Regresamos al coche y ponemos rumbo al siguiente punto del fiordo que queríamos visitar, PERAST. Está muy cerca pero por el tráfico nos cuesta un poco. La carretera circula por la parte alta del pueblo (al que no se puede bajar en coche) y el primer párking que vemos está lleno y nos dicen que el siguiente es gratuito si se va a reservar con ellos la excursión a las islas. Como íbamos a hacer esa excursión, para ahorrarnos problemas lo dejamos en ese segundo aparcamiento que resultó ser de un hotel de bastante categoría, Hotel Per Astra (bb 2, Perast 85336).

Le decimos al chico que sí que queríamos hacer la excusión pero que como eran ya las 13:00h pasadas, preferíamos comer antes y no nos puso problemas. Comimos en el propio hotel un pescado con verduras al grill cada uno excepto Leo que pidió pollo relleno y con los 4 refrescos nos cuesta 53€.

Perast

Hotel Per Astra, Perast

Al terminar de comer viene el chico que gestiona los botes para la excursión y nos dice que vale 20€ por persona pero que nos lo deja en 15€ (es lo que le dice a todo el mundo y un precio que se repite en otras empresas por lo que vimos).

Puerto, Perast

Bajamos hasta el puerto y subimos a una pequeña lancha que, en 10 minutos, nos lleva a la Isla de Nuestra Señora de las Rocas. Nos indican que tenemos 30 minutos para visitarla (es muy pequeña) antes de recogernos nuevamente.

Excursión islas, Perast

Se trata de una isla artificial donde se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de las Rocas. Un antiguo templo de 1452 hizo de base para la construcción de esta iglesia que ha sufrido varias remodelaciones posteriores. La actual se trata de una iglesia de una sola nave, con una cúpula central de 11 metros de altura y un campanario, ambos de estilo barroco, construidos a mediados del siglo XVIII. Una antigua tradición de la isla tiene lugar cada 22 de julio, momento en que la gente conmemora la construcción de la isla. Para eso, arrojan piedras al mar, lo cual en teoría hace que la superficie de la isla vaya aumentando poco a poco.

Isla de Nuestra Señora de las Rocas, Perast

Desde Isla de Nuestra Señora de las Rocas, Perast

Isla de Nuestra Señora de las Rocas, Perast

Enfrente se encuentra otra isla más pequeña, la Isla de San Jorge. No está abierta al turismo pero este islote natural es símbolo de Perast. Allí se encuentra un monasterio benedictino que data del siglo XII y está dedicado a San Jorge. Junto a él hay un cementerio donde descansan los restos de la vieja nobleza de la ciudad.

Isla de San Jorge, Perast

Recorremos toda la isla y hacemos muchas fotos también de la no visitable y la experiencia merece la pena también porque a medida que te alejas, o te acercas de regreso, a la ciudad de Perast por el fiordo, se tiene una panorámica muy bonita desde el agua.

Excursión islas, Perast

Regresamos a la ciudad y lo primeros que hacemos es tomarnos un helado (2 bolas 3€) ya que estábamos cansadísimos y porque hacía un calor sofocante de casi 40°C. Damos una vuelta rápida por la ciudad viendo sus palacios e iglesias.

Perast cuenta con una buena cantidad de palacios nobles que son el reflejo del poder económico de las familias adineradas de los siglos XVII y XVIII. Durante este período de tiempo, dichas familias competían entre sí por quien lograba la fachada más bella, haciendo uso de la mejor ornamentación barroca de la época. En total, Perast posee 19 palacios.

Otro de los elementos arquitectónicos más notables de Perast son sus muchas iglesias, entre las cuales sobresale la de San Nicolás. Su enorme torre de 55 metros de altura te servirá de referencia para ubicarte en todo momento, ya que es el punto más elevado de la localidad. Fue construida en el siglo XVII en estilo románico-veneciano.

Perast

Volvemos al coche y decidimos regresar a BUDVA ya que teníamos hora y media de trayecto y se nos iba a hacer tarde, y muy pesado, visitar Hercceg Novi que es otro pueblo del fiordo pero aún más alejado.

Como llegamos relativamente temprano al apartamento aún nos da tiempo de irnos a la playa a bañarnos que, la verdad, nos vino estupendamente para refrescarnos y relajar los músculos.

Después de arreglarnos volvemos a acercarnos caminando a la ciudad vieja pero esta vez no entramos sino que vamos hacia la derecha por el paseo que hay a lo largo de la playa y el acantilado y así poder ver, a pocos metros, la estatua de la bailarina. Es de bronce y un gran símbolo de la ciudad, lugar al que hay que acudir también porque desde ahí se observa toda la ciudad vieja.

Estatua bailarina, Budva

Budva

Esperamos haciendo fotos a que se vaya haciendo de noche y vamos regresando a nuestro apartamento. Nos paramos a cenar en un restaurante, en segunda línea de playa y bastante batallero de platos combinados pero barato. Se llama Adriatic (45 Mediteranska, Budva) y pedimos 3 platos de carne empanada y un risotto negro que, con las 4 cervezas, nos cuesta todo 44€. De ahí a dormir y descansar.