SUR DE ITALIA 5

 

DÍA 5

25 de Enero 2023

Nos levantamos temprano porque teníamos un día intenso y, además, habíamos visto por internet que iba a comenzar a llover pronto.

Recogemos todo de la habitación y, tras escribir nuestra dedicatoria en la pared del cabecero de la cama (estaba todo escrito con las personas que habían pasado por allí y de hecho había una tiza en la mesilla para hacerlo), llevamos todo el equipaje al coche y nos vamos a la cafetería en la que teníamos incluido el desayuno gratuito. 

Era en ALTO coffee & more (Via Lucana, 226, 75100 Matera) y nos pedimos unos capuchinos y unos croissants rellenos que estaban muy ricos (llevaban tanto relleno que se salía por todo).

Ya con mucha energía gracias al subidón de azúcar del desayuno, comenzamos a visitar la ciudad de día.

Como estamos justo en ese lado, muy cerca, empezamos acercándonos a unos de los miradores más importantes, el Belvedere Piazzeta Pascoli, que te permite observar la ciudad de una manera increíble.

Belvedere Piazzeta Pascoli, Matera

Belvedere Piazzeta Pascoli, Matera

La ciudad antigua se divide en dos partes separadas por un espolón rocoso llamado Civita, al norte el Sasso Barisano y al sur el Sasso Caveoso.

Habitados desde el Paleolítico y desde entonces ininterrumpidamente, los sassi han sido hogar de infinidad de familias (de ahí que sea considerada una de las ciudades más antiguas del planeta), siendo, sin duda, el mayor símbolo de Matera, que no en vano es conocida como “ciudad de los sassi” o “ciudad de piedra. El nombre de sassi significa piedras, y es que se trata de cavernas excavadas en la roca caliza utilizadas como viviendas durante milenios.

Sasso Caveoso, Matera

Sasso Caveoso, Matera

Lo curioso es que, aunque los siglos pasaban y los avances en la civilización llegaban, el modo de vida en estas cuevas era prácticamente el mismo a mediados del s.XX que en la Edad del Bronce. Esto, unido al creciente aumento de la población, originaron unas condiciones totalmente insalubres que en los años 1950, y tras una denuncia del escritor y pintor Carlo Levi comparándola con el Infierno de Dante, se decidió  desalojar finalmente la ciudad de piedra, trasladando a sus habitantes a casas de la ciudad nueva tras considerándose a Matera la “vergogna nazionale” (vergüenza nacional). En 1993, tras unos decenios de trabajos los Sassi se declararon Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, rehabilitando muchas de las cuevas como alojamientos privados y turísticos.

Desde la Piazzeta Pascoli empezamos a bajar al Sasso Caveoso que se encuentra justo en ese lado y que es el área más antigua de la ciudad. Lo vamos recorriendo maravillándonos de las calles estrechas con subidas y bajadas y de la infinidad de agujeros excavados en la roca que eran las viviendas de la gente hasta hace bastante poco. Además la visión de la ciudad desde ese lado es increíble, como si hubieras retrocedido en el tiempo dos mil años. No nos extraña que esta ciudad haya sido utilizada para numerosas películas, entre ellas “La Pasión de Cristo” de Mel Gibson porque es el escenario perfecto.

Sasso Caveoso, Matera

Sasso Caveoso, Matera

Sasso Caveoso, Matera

En nuestro paseo por esta zona de la ciudad sí que nos damos cuenta que las dos iglesias rupestres por las que pasamos están cerradas, así que nos tememos que al ser finales de enero, entre semana, y encima había comenzado a llover, no pudiéramos entrar a ninguna de ellas.

Llegamos hasta el Convicinio di Sant’Antonio, justo en el extremo más al sur pero estaba cerrado y regresamos sobre nuestros pasos  continuando por el Sasso Caveoso pero ya hacia el norte y sin dejar de seguir por la parte antigua. 

Sasso Caveoso, Matera

Sasso Caveoso, Matera

Sasso Caveoso, Matera

Pasamos por la iglesia rupestre Santa Lucia alle Malve (también cerrada) y llegamos a Casa Grotta di Vico Solitario que justo abría en 5 minutos (menos mal), eran las 9:30h. 

Casa Grotta di Vico Solitario, Matera

Pagamos los 5€ cada uno de la entrada y primero entras en la cueva totalmente ambientada a cómo la habitaban hace 70 años. Te ponen una grabación, en nuestro caso en español, donde te va contando todas las estancias de la cueva y para lo que servían, así como todos los objetos antiguos que se encuentran allí. Es increíble que pudieran vivir en esas condiciones, sin agua corriente, ni desagües, ni baño (eso era algo normal en pueblos de España de la época), pero lo más llamativo es que habitaban la cueva junto a los animales, todos en el mismo lugar, con la insalubridad que eso supone. Ahí entendimos mejor que la mortalidad infantil en la ciudad hasta los años 50 era mayor al 50%.

Casa Grotta di Vico Solitario, Matera

Casa Grotta di Vico Solitario, Matera

Casa Grotta di Vico Solitario, Matera

Luego pasas a la Nevera, que era otra cueva en la que acumulaban la nieve para transformarla en agua y, por último, en la ‘ultima cueva se encuentra una iglesia rupestre, o sea una iglesia también cavada en la piedra. Merece mucho la pena y nos encanta la visita.

Casa Grotta di Vico Solitario, Matera

Casa Grotta di Vico Solitario, Matera

Casa Grotta di Vico Solitario, Matera

Justo a la vuelta de la Casa Grotta se encuentra la Piazza San Pietro Caveoso que marca el límite entre el Sasso Caveoso y el Barisano y donde está la iglesia del mismo nombre. Es una parte muy bonita porque te queda la ciudad a un lado y el barranco con el río al fondo del otro.

Piazza San Pietro Caveoso, Matera

Chiesa San Pietro Caveoso, Matera

Vistas desde Piazza San Pietro Caveoso, Matera

Piazza San Pietro Caveoso, Matera

Allí también hay una pequeña colina donde en lo alto se encuentra una de las iglesias rupestres más importantes de la ciudad, Santa María de Idris que data de los s.XIV-XV y que está conectada a través de un pasillo interior de la iglesia San Giovanni in Monterrone, más antigua y con mejores frescos. Subimos y tenemos la suerte de que está abierta, así que pagamos los 4€ de la entrada cada uno y entramos para, al menos, poder admirar una de ellas. No está permitido el hacer fotos o grabar en su interior, pero es magnífica. Hay pinturas directamente en la roca que datan del s. XI excelentemente conservadas, y tiene varias partes la cueva con distintos retablos pintados en la pared. Dejo unas fotos de internet para que os hagáis una idea de lo que se ve. Eso sí aunque esté cerrada merece la pena subir hasta ella para admirar las vistas.

Santa Maria de Idris, Matera

Santa Maria de Idris, Matera

Santa Maria de Idris, Matera

Vistas desde Santa Maria de Idris, Matera

Pretendemos llegar caminando hasta la Piazza Postergola o Pistola pero no nos lo permiten porque justo estaba cortado por haber un rodaje de una película, así que vamos subiendo por las escaleras para dejar la parte más baja y antigua y volver a la parte alta. 

Matera

Matera

Llegamos a la Piazza Duomo, tras múltiples callejuelas cuesta arriba, y allí de nuevo está otro de los miradores donde se observa una maravillosa vista del Sasso Barisano.

Piazza Duomo, Matera

Piazza Duomo, Matera

La Catedral de Matera se ubica en el punto más alto de la ciudad, en el barrio de “Civita”, el edificio es del s. XIII y se levanta sobre las ruinas del antiguo monasterio benedictino de San Eustaquio. Desde 1627 fue dedicada a la Madonna della Bruna y San Eustaquio, protectores de la ciudad. La fachada es de estilo románico - plugiese con un campanario de 52 metros de alto. No entramos dentro (era un poco caro) pero puedo decir que es el interior de periodo barroco y que lo más destacado es un pesebre de piedra de 1534.

Desde la Piazza del Duomo caminamos hasta otra de las plaza más importantes de la ciudad, la Piazza Vittorio Veneto, donde se encuentra el Teatro Comunale y, por supuesto, otro de los miradores más bonitos de la ciudad.

Piazza Vittorio Veneto, Matera

Teatro Comunale, Matera

Seguía lloviendo sin parar así que decidimos concluir aquí la visita a Matera, regresando al coche por la Via del Corso pasando por la Piazza San Francesco y haciendo una foto rápida al Castello Tramontano de estilo aragonés y finales del s.XV.

Castelo Tramontano, Matera

Nos esperaba una ruta larga de coche, de 185kms y 2 horas y media, ya que teníamos que llegar a la costa Mediterránea, en concreto al Mar Tirreno, para poder visitar Paestum antes de que cerraran las puertas del parque arqueológico a las 16:00h y de que se hiciera de noche.

Para comer decidimos que fuera algo rápido y no perder demasiado tiempo porque íbamos un poco justos, así que como tenemos que echar gasolina es en una gasolinera, ya pasado el puerto de los Apeninos, donde pedimos unos bocadillos de salami y de jamón crudo que nos tostaron y estaban buenísimos. Al final fue un gran acierto parar allí. Nos costaron 12,50€ con refrescos incluidos.

Llegamos a PAESTUM y directamente, sin pasar por el motel reservado, vamos a las ruinas para visitarlas. Hay que decir que nos costó bastante encontrar la entrada y, sobre todo, algún lugar para dejar el coche porque el parking oficial estaba cerrado y no había muchas indicaciones siendo que es un sitio en principio muy turístico. Estaba todo bastante vacío y cerrado en los alrededores. Al final dejamos el coche al lado de la estación de tren y caminamos como un kilómetro hasta que encontramos la entrada. Pagamos los 6€ cada uno de entrar (era temporada baja) y comenzamos la visita de la ciudad griega de Paestum.

La leyenda le atribuye la fundación de Paestum a los Argonautos pero en realidad fueron los habitantes de Sybaris quienes la levantaron en el siglo VII a.C. La ciudad, que primero se llamaba Poseidonia, se convirtió rápidamente en uno de los centros más florecientes del Mediterráneo. La ciudad comenzó su declive con la caída del imperio romano. Los edificios fueron despojados para la construcción de Iglesias y palacios, y las ruinas fueron olvidadas hasta el siglo XVIII, cuando los viajeros recomenzaron a venir hasta aquí.

Entramos por la Puerta de Justicia y lo primero que te encuentras son los dos templos más grandes de todo el complejo, el Templo de Neptuno y el Templo de Hera. Son magníficos porque están muy bien conservados y al estar juntos la vista de ambos es estupenda. Además hacía un día buenísimo de sol (habíamos dejado la lluvia de Matera atrás) y los rayos incidían en las piedras haciendo que fuera más mágica la visión.

El Templo de Neptuno fue construido a mediados del s.V a.C en estilo dórico. Es el más grande y mejor conservado de todos los templos del complejo y como curiosidad, está permitido entrar dentro para poder observar con mejor detalle las columnas interiores.

Templo de Neptuno, Paestum

Templo de Neptuno, Paestum

Templo de Neptuno, Paestum

Templo de Neptuno, Paestum

Justo al lado se encuentra el Templo de Hera que es el más antiguo de todos los templos de Paestum, concretamente se construyó en el s. VI a.C. Hoy día se conservan todas sus columnas originales. También se puede pasar a su interior.

Templo de Hera, Paestum

Templo de Hera, Paestum

Templo de Hera, Paestum

Templo de Hera, Paestum

Tras visitarlos comenzamos a recorrer todas las ruinas hacia la derecha para llegar al otro extremo de todo el parque arqueológico (por cierto todo amurallado tal y como estaba en la antigüedad) pasando para ello por los restos de las calles y casas de la ciudad donde residían sus habitantes al otro lado de los templos. Además a medida que vas caminando las ruinas cambian a ser romanas, como en múltiples ocasiones los romanos se asentaron en las ciudades ya creadas por los griegos, y así podemos ver lo que era el foro romano y otras construcciones de esa época.

Paestum

Paestum

Paestum

Paestum

En el extremo se encuentra el tercer templo de Paestum, el Templo de Ceres o Atenea. Construido a finales del s.VI a.C, está situado en una pequeña colina y en la Edad Media se utilizó como iglesia.

Templo de Ceres o Atenea, Paestum

Templo de Ceres o Atenea, Paestum

Templo de Ceres o Atenea, Paestum

Regresando hacia la puerta principal lo hacemos por la calle interior y así podemos visitar el Anfiteatro. De época romana, data del s.I y realmente no queda mucho de lo que fue.  Por último vemos el Ekklesiasterion, ubicado en la zona designada a la Asamblea dentro del ágora. Aquí era donde se tomaban todas las decisiones que afectaban a la ciudad. Fue construido entre el 480-470 a.C, tiene gradas de forma circular y se conserva bastante bien.

Anfiteatro, Paestum

Anfiteatro, Paestum

Ekklesiasterion, Paestum

Estábamos cansados y ya cerraban así que salimos del complejo y regresamos al coche. No nos dio tiempo a ir al museo que también está incluido en la entrada pero imagino merece la pena terminar la visita allí para poder ver los objetos encontrados en todo el complejo.

Paestum

Con el coche nos vamos a la habitación que teníamos reservada en un motel donde podemos aparcar el coche y en el que tenemos desayuno incluido. Es el B&B Venere (Via Molino di Mare 4, 84047, Paestum) y nos cuesta 48,60€.

Decidimos descansar un buen rato en la habitación porque ya era de noche y el pueblo es sumamente pequeño y por lo que habíamos visto estaba todo muy cerrado. Al fin y al cabo es una zona turística pero de playa y por tanto en esta época del año no había nadie.

Decidimos salir a cenar sobre las 20:00h tras chequear por google restaurantes en los alrededores que, en teoría, estaban abiertos. Y digo en teoría porque estaba todo cerrado a cal y canto además de la carretera y calles muy poco iluminadas.

Cuando ya estábamos empezando a desesperarnos y pensar que íbamos a tener que irnos a dormir sin cenar, yendo a uno de los pueblos de al lado que está a 10kms, encontramos un hotel abierto en la carretera y, sobre todo, estaba abierto su restaurante así que no nos lo pensamos y entramos. Se llama Insonnia (Via Mattine 11, 84043 Mattine) y cenamos una pasta (estaba buena pero un poco dura y eso que a mí la pasta me gusta muy al dente) y una pizza con la que no acertamos porque llevaba una parte picante. Aún así nos comimos todo, retirando el picante de la pizza, y nos costó junto a 2 cervezas Peroni grandes (de 66cl cada una) 36€.

Volvemos a la habitación y nos echamos a dormir.


Mapa de Ruta día 5


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