LOS VIAJES DE CAROL ... Y LEO: SUR DE ITALIA 7

DÍA 7

27 de Enero 2023

Nuestros miedos se ven cumplidos porque a las 7 de la mañana nos despiertan unos golpes en la puerta de la habitación para que moviéramos el coche. Le toca a Leo bajar y cuando regresa ya estamos todos arreglándonos para bajar al desayuno.

Ya de día nos damos cuenta que la casa tiene unas vistas espectaculares al mar y al volcán Vesubio con su pico nevado y, además, que tiene muchos iconos religiosos y hasta una capilla en la planta baja. Todo se entiende cuando bajamos al desayuno y las que nos atienden son dos monjas que nos indican las poquitas cosas del buffet y nos preguntan si queremos huevos y cómo nos los preparan. De ahí que se llame el sitio Oasis madre de la paz.

Eso sí, desde la terraza las vistas del volcán Vesubio eran espectaculares.

Ya desayunados sacamos el coche y nos vamos de Sorrento en dirección al punto fuerte del día, POMPEYA. No son ni 30 kilómetros de distancia pero nos cuesta casi una hora recorrerlos por el tráfico que había. Llegamos al parking de las ruinas, dejamos el coche y nos dirigimos a las taquillas para entrar a las ruinas por una de sus puertas, en concreto por Porta Marina.

La entrada nos cuesta 18€ por persona y las audioguías (muy recomendables porque es una aplicación que aparte de las explicaciones de cada sitio tiene un mapa virtual que se va moviendo a la vez que tú) por 6,50€ cada una al solicitar 3 o más.

Voy a poner datos de los lugares de la ciudad más representativos porque poner de todos sería interminable. Además de los que voy a nombrar, entramos en numerosas casas privadas y, por supuesto, recorrimos muchas de sus calles que ya de por sí son un monumento.

Se cree que la ciudad de Pompeya fue fundada por los oscos en el siglo VII a.C., y con el paso de los años se convirtió en una ciudad rica, repleta de palacios, monumentos y jardines. Pompeya disfrutaba de una gran prosperidad cuando en el año 62 sufrió un gran terremoto que dañó seriamente la ciudad. Mientras aún continuaban las tareas de reconstrucción, en el año 79 tendría lugar un trágico acontecimiento que marcaría el rumbo de la historia de la ciudad. Una mañana el volcán Vesubio despertó con gran fuerza, enterrando bajo sus cenizas la ciudad por completo. La ciudad permaneció en el olvido hasta que fue redescubierta en el siglo XVI. En 1748 comenzaron las excavaciones y desde entonces han sido desenterradas más de 45 hectáreas de terreno.

Comenzamos nuestra visita, nada más cruzar la puerta por las Termas Suburbanas. Se construyen a media altura de las murallas, que durante el siglo I a. C. habían perdido su función defensiva y eran privados. Hay pequeños cuadros eróticos en el vestuario (apodyterium) que anuncian las actividades que se realizan en los salones de la planta superior, probablemente destinados a la prostitución, como sucedía a menudo, de forma ilegal, en los baños. Las otras áreas termales tienen una decoración suntuosa.

Termas Suburbanas, Pompeya

Vamos subiendo hacia la ciudad propiamente dicha y a la derecha tenemos el Santuario de Venus. El Santuario de Venus se ubica en una espectacular terraza artificial que ofrece excelentes vistas del Golfo de Nápoles, con vistas a la bahía donde se ubicaría el puerto. Venus era la diosa patrona de Pompeya, a quien se nombró la colonia al concluir (80 a. C.), ya adorada en la época prerromana y más tarde fue diosa patrona de la navegación. El terremoto del 62 d.C. y los que siguieron a la erupción, provocaron la destrucción del templo cuya reconstrucción aún no había concluido en el 79 d.C. El primer santuario data del siglo II a. C. y consistía en un espacio rodeado de pórticos en cuyo centro se levantaba el templo. Lo que se puede ver hoy se remonta a la época imperial temprana.

Santuario de Venus, Pompeya

Justo al lado se encuentra la Basílica que, con una extensión de 1.500 metros cuadrados, fue el edificio más suntuoso del Foro, y su espacio se utilizó para la realización de negocios y para la administración de justicia. La basílica data del 130-120 a. C. y es uno de los ejemplos más antiguos de este tipo de edificación en todo el mundo romano.

Basílica, Pompeya

Enfrente de la Basílica está el Templo de Apolo y, a su lado uno de los espacios más importantes de toda la ciudad, el Foro.

Templo de Apolo, Pompeya

El Foro Civil es el núcleo de la vida cotidiana de la ciudad y es el punto neurálgico de todos los principales edificios públicos para la administración y la justicia de la ciudad, la gestión empresarial y las actividades comerciales como los mercados, así como los principales lugares de culto ciudadano. La plaza del Foro parecía originalmente un simple espacio abierto con una forma general regular, hecha de arcilla y su lado occidental se abría al Santuario de Apolo, mientras que el lado este tenía una hilera de tiendas. El Foro sufrió importantes modificaciones entre los siglos III y II a. C. al regularizarse la forma de la plaza, rodeada de pórticos y pavimentado el fondo con losas de toba. El eje de la plaza se convirtió en la fachada del Templo de Júpiter, alineado con el Monte Vesubio en nuestro caso al ser enero con su pico nevado, dando una imagen espectacular del conjunto.

Pompeya

Foro Civil, Pompeya

Desde ahí recorremos la calle más larga y que divide a la ciudad en dos, la Via delll’Abbondanza, entrando en muchas de sus casas de nobles que son enormes y muy bien conservadas algunas de ellas en cuanto a los frescos de las paredes. Además también vemos las tiendas delivery de la época romana, lugares donde vendían comida preparada para llevar.

Pompeya

Al final de esta vía se encuentra otro de los edificios más representativos de cualquier ciudad romana, el Anfiteatro. Este anfiteatro es el más antiguo de los conocidos de la época romana. Construido en el 70 a. C., poco antes de la fundación de la colonia, por iniciativa de los magistrados Caius Quinctius Valgus y Marcus Porcius, quienes también hicieron construir el Odeon. Podría albergar hasta 20.000 espectadores no solo de Pompeya sino también de los pueblos vecinos. El edificio se ubica en una zona periférica para facilitar la circulación de tantas personas. Las escaleras exteriores con dos tramos brindan acceso a los escalones superiores y un corredor descendente brinda acceso a los escalones inferiores. La arena está separada del área destinada a los espectadores por un parapeto que está decorado con frescos de gladiadores; la parte superior tiene inscripciones aún legibles con los nombres de los magistrados que hicieron construir las gradas.

Anfiteatro, Pompeya

A su lado se encuentra la Gran Palestra. La "Gran Palaestra" consiste en una gran plaza al aire libre, de aproximadamente 140 x 140 m, rodeada de pórticos y cerrada por un alto muro almenado en el que hay 10 puertas. De los plátanos centenarios que se encontraban a los tres lados del gran patio en el momento de la erupción, sólo quedan mohos de las raíces y en el centro se encuentra una piscina de 23 x 35 m. Fue construido en época augustea, a principios del siglo I d.C., y estaba destinado a la formación física e intelectual de los jóvenes ciudadanos. Muchos grafitis eróticos o poéticos han sido dejados por los visitantes en las paredes y columnas.

Gran Palestra, Pompeya

Vamos regresando poco a poco hacia la entrada para poder acudir a otro de los lugares importantes, el Teatro.

Pompeya

El Gran Teatro se construyó aprovechando la pendiente natural del cerro para la construcción del auditorio. La escalera se dividió en tres cuerpos con corredores, que a su vez se dividieron en cinco sectores, y se basó en un pasaje con bóveda de cañón. Fue construido a mediados del siglo II a. C. y significativamente restaurado según el estilo romano. El teatro fue el primer gran edificio público completamente liberado de los depósitos de la erupción.

Gran Teatro, Pompeya

A su lado visitamos también el Foro triangular y los santuarios de Atenea y Hércules.

Directos sin desviarnos acudimos a la Casa Vettii que justo había vuelto a abrir para el público unas semanas antes tras años cerrada y que tiene algunas pinturas eróticas.

Pompeya

Casa Vettii, Pompeya

Por último entramos en el Antiquarium, al lado de la entrada de Porta Marina y como colofón a una visita increíble. Queríamos entrar esencialmente para poder ver los moldes de las víctimas de la erupción. Es un museo enorme donde también hay innumerables objetos y partes de la ciudad rescatados de las casas pero se nos echaba el tiempo encima, eran las 15h y sólo vimos los moldes.

Antiquarium, Pompeya

Salimos tras dejar las audioguías y recuperar el DNI que habíamos dejado en depósito y, tras pagar el parking, 12€, decidimos ir directamente a un McDonald’s que había muy cerca, ya en dirección a Nápoles, porque era un poco tarde.

Para llegar a la ciudad hay que pagar unos peajes de 2€ y 2,10€, pero entramos sin problemas en NÁPOLES. Como todavía era de día habíamos pensado ir con el coche a ver el estadio de fútbol del Nápoles, llamado Diego Armando Maradona (antes San Paoli) desde que falleció año y medio antes el astro argentino e ídolo de la ciudad, así que allí nos dirigimos porque está a las afueras y verlo por nuestra cuenta con transporte público iba a ser mucho lío.

Dejamos el coche y nos quedamos sorprendidos del estado de dejadez que presenta, parece un estadio completamente abandonado y no de un equipo de primera división italiana que encima va primero y es favorito para ganar este año. Los alrededores también dan un poco de respeto aunque al ser de día no tuvimos problema por la noche no creo que sea una zona muy recomendable para estar. Rodeamos todo el estadio para ver la placa conmemorativa a Maradona y, cuando llegamos a la puerta principal vemos que está abierta. Nos adentramos un poco para ver si podíamos ahcer una foto pero el de seguridad nos dice abiertamente que pasemos al interior del estadio sin problemas. Había unos entrenamientos de atletismo y nos permitieron poder ver las gradas que, eso sí, estaba mucho mejor cuidado internamente. Tras muchas fotos regresamos al coche.

Estadio Diego Armando Maradona, Nápoles

Nos vamos al aeropuerto para devolver el coche en la compañía de rent a car (habíamos decidido evitar conducir dentro de Nápoles y teníamos que devolverlo ya) y, con el autobús que lleva al centro de la ciudad por 5€ cada uno, llegamos a la estación central de trenes en unos 15 minutos porque el aeropuerto está muy cercano al centro.

Caminando un kilómetro aproximadamente llegamos al apartamento que teníamos reservado en la Via Duomo, Be Italian Flat Duomo 319 (319 Via Duomo, 80133, Napoli) para 2 noches por 230€ los 4. Habíamos quedado previamente por whatsapp con los dueños y ya estaban allí cuando llegamos para hacer el check-in y darnos las llaves.

Dejamos las maletas y comenzamos a dar un paseo por los alrededores aprovechando también para buscar algún sitio para tomar algo antes de la cena.

Nápoles

Como no encontrábamos nada (el concepto de bar como en España no está) al final decidimos entrar a cenar a una pizzería porque eran las 20:15h y así aprovechar allí para tomar una cerveza. Al final acertamos porque era una pizzería buena y antigua llamada Pizzeria Trianon (Via Pietro Colletta, 44, 80139 Napoli) que estaba llena de gente y que era barata. Al final estuvimos allí casi 3 horas entre cenar una pizza cada uno y tomarnos 4 cervezas por cabeza mientras charlábamos tranquilos.