DÍA 6
29 Junio 2016
Nos levantamos con tranquilidad y
después de bajar al desayuno, a las 10:00h nos viene a buscar el mismo coger de
la noche para hacernos el recorrido de los miradores de la ciudad (están lejos
y si no hay guía incluido es necesario hacerlo en taxi).
Comenzamos con el Mirador del
Carmen Alto desde donde hacemos muchas fotos porque habíamos tenido la suerte
de que el día estaba totalmente despejado y además el día anterior había
llovido y por lo tanto nevado en los volcanes que rodean Arequipa, el Chachani,
el Misti y el Pichu Pichu. Por lo tanto desde el mirador
vemos los volcanes nevados junto al valle verde y el río que lo recorre, una
maravilla.
Continuamos hacia el otro
mirador, el más conocido, el de Yanahuara. Se encuentra en el barrio del mismo
nombre, en la plaza principal con la iglesia a un lado y los arcos de piedra
justo enmarcando la estupenda vista. Es imprescindible verlo si se va a
Arequipa, y además a instancias del coger pedimos por 4S un queso helado
(helado de queso con toque de canela característico de la ciudad) que estaba
delicioso.
Nos lleva de nuevo al hotel y nos
despedimos de él porque el resto de la visita de la ciudad es por nuestra
cuenta.
Arequipa, o “la ciudad blanca”,
es realmente bonita, muy bien cuidada y segura, así que empezamos la visita por
la Plaza de
Armas (muy cerca del hotel) donde se encuentra la Catedral , del s.XVII y
construida completamente en sillar, la piedra blanca que fue utilizada para
toda la ciudad y aún sigue siendo un material usado.
Toda la plaza está rodeada de
portales con arcos, por supuesto de color blanco, de estilo colonial, y además
también se encuentra la
Iglesia La Compañía al sur-este, la Iglesia Nuestra
señora de la Merced
al sur-oeste y en el centro de la plaza una pileta de bronce.
Coincide que es un día festivo y
justo salían de una misa especial mucha gente de la catedral y, al entrar, aún
podemos ver y escuchar al coro de niños cantando.
Recorremos todas las calles
aledañas, muy acogedoras, mientras nos vamos dirigiendo hacia la Iglesia de San Francisco
con su plaza a un lado.
Decidimos tras el paseo regresar
a la Plaza de
Armas a tomar algo, una cerveza Arequipeña 7,50S la grande, y ya hidratados nos
dirigimos al monumento más importante de la ciudad, el Monasterio de Santa
Catalina de Siena. Eran aproximadamente las 13:15h
cuando entramos tras pagar los 40S por persona que cuesta la entrada.
El convento de Santa Catalina es
una pequeña ciudadela construida en barro y sillar con magníficas pinturas al
fresco que ocupan un área de 20 mil metros cuadrados y se divide en cuatro
barrios, tratando de emular la distribución urbana arequipeña de los primeros
años de la Colonia. Su
construcción se llevó a cabo rápidamente y en 1579 se declaró como inaugurada
siendo convento de clausura absoluta hasta 1970, cuando las monjas deciden
vivir en comunidad y dejar sus claustros para que sean visitados por los
turistas.
Por dentro es bastante
espectacular, como una ciudad, con varios claustros pintados de diferentes
colores, montones de estancias de las monjas, cocinas, iglesia, coro y las
calles que conectan de una parte a otra que curiosamente llevan los nombres de
ciudades españolas.
Monasterio de Santa Catalina, Arequipa |
Monasterio de Santa Catalina, Arequipa |
Monasterio de Santa Catalina, Arequipa |
Monasterio de Santa Catalina, Arequipa |
Lo recorremos por completo antes
de, tras un paso rápido por el hotel que está justo enfrente de la entrada,
irnos a comer. Para comer nos dirigimos
caminando a la picantería “La
Nueva Palomino ” (Leoncio Prado, Arequipa, Perú), una de las
más conocidas de la ciudad que nos había recomendado Verónica (la organizadora
de todo el tour) cuando habíamos hablado por teléfono por la mañana para quedar
por la tarde. No está en el centro pero nos
lleva sólo 15 minutos llegar. La verdad es que es un restaurante enorme y muy
bonito ambientado que estaba lleno también por la circunstancia de que era
festivo.
Nos dan una mesa bastante rápido
y la pena es que se les había acabado el famoso cuy que estábamos dispuestos a
probar, así que haciendo caso al camarero pedimos el especial picantero, como
un plato combinado enorme (es para 2 personas) con distintas carnes y
condimentos incluyendo el rocoto relleno también típico de la ciudad. Por
cierto que se llaman picanterías no porque sean de comida picante sino porque
antiguamente ofrecían platos para picar cuando los trabajadores terminaban
tarde la faena.
Nos cuesta con una cerveza grande
y un agua 78S.Ya con el estómago lleno volvemos al hotel y nos regalamos una
buena siesta para descansar.
Habíamos quedado con Verónica a
las 19:30h en el hotel y tras charlas un rato con ella y pagarle lo que quedaba
del tour, nos vamos a hacer unas fotos de noche a la ciudad.
Después de dar una vuelta entramos en el Museo del Pisco y nos pedimos 2 cóckteles por supuesto a base de pisco que estaban muy buenos, 46S.
Pensamos en ir a cenar y tras ver
unos cuantos sitios al final entramos en un italiano donde pedimos risotto y
unos espaguetis al pesto que tenían un color muy poco apetecibles. Con dos
Pilsen 72S.
Arequipa |
Arequipa |
Regresamos al hotel temprano para
dormir porque el día siguiente comenzaba temprano.
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