PREPARATIVOS
Bastantes meses atrás, mi mejor
amiga, su novio, Leo y yo, comenzamos a hablar de la posibilidad de hacer un
viaje juntos a Islandia. Cuando comprobamos que los cuatro podíamos pedir las
vacaciones en septiembre, no nos lo pensamos y empezamos a preparar el viaje.
Después de leer muchos blogs y la
guía de Lonely Planet, reservamos el vuelo y comenzamos a planificar la ruta con
coche de alquiler que podríamos hacer, ya que sabíamos de las pocas opciones de
alojamientos en el país (sobre todo asequibles económicamente) y que teníamos
que reservar con tiempo.
En todos los casos reservamos o
cabaña o apartamento para estar los cuatro juntos, tener baño para nosotros y
una pequeña cocina para cenas y desayunos.
Sólo nos quedaba buscar coche de
alquiler 4x4 ya que íbamos a circular por carreteras donde es obligatorio este
tipo de vehículos, lo cual hacemos a través de rentalcars y esperar pacientemente la llegada del día de empezar nuestro
viaje.
DÍA 1
1 Septiembre 2018
Miriam y Alberto llegan a Madrid
desde Zaragoza en AVE a las 21:40h del día anterior y después de cenar nos
acostamos para intentar dormir 3 horas escasas.
A las 3:20h de la mañana suena el
despertador (comenzaba el día tempranito) y nos dirigimos al aeropuerto de
Barajas.
De forma puntual, a las 6:25h
despega nuestro vuelo de Norwegian con destino a KEFLAVIK, el aeropuerto
internacional de Reykjavik, capital de Islandia.
Aterrizamos a las 8:45h, son 2
horas menos con respecto a España (unas 4 horas de vuelo) y, tras recoger las
maletas, cambiamos 100€ (el cambio en el aeropuerto es bastante malo pero no
íbamos a entrar en la ciudad). Sólo ese dinero porque sabíamos que
prácticamente todo en Islandia se puede pagar con tarjeta y no creíamos que
íbamos a necesitar más.
Para ir a la compañía de alquiler
de coches Geysir (y a muchas otras) hay que coger un autobús gratuito fuera del
aeropuerto y, después de todos los trámites, nos dan un Nissan Qashqai y
comenzamos la ruta.
La conducción en Islandia es
sumamente fácil, la velocidad máxima en toda la isla es de 90 km/h, y eso en la
carretera principal que rodea todo el país y que por cierto es como una
nacional en España, no hay autovías ni autopistas. Por lo tanto los kilómetros
se hacen más lentos pero seguros porque todos cumplen bien las normas, lo único
cuidado con alguna oveja despistada que pueda meterse en la calzada. Además no
hay ningún peaje excepto en el túnel que cruza a la capital por el oeste.
Justo a pocos kilómetros del
aeropuerto hay un supermercado Bonus (con el característico logo del cerdito) y
no dudamos entrar a hacer nuestra primera compra del viaje. Los precios son más
caros que en España pero dentro de Islandia es la cadena de supermercados más
barata, así que llenamos dos bolsas grandes para varios días. Nos cuesta en
total 13805kr.
Ya con el coche a rebosar,
enfilamos, tras bordear Reykjavik, la Ring Road Nº1 pero muy pocos kilómetros
porque pronto nos desviamos por la N26 en dirección al Parque Nacional de
Thingvellir.
El Valle de Thingvellir es la
herida abierta por la que surgió de los océanos la isla de Islandia. Este Rif,
es la parte elevada y visible de la dorsal Atlántica que separa las placas
tectónicas de Noramérica y Eurasia. De sudoeste a nordeste esta línea marca la
creación continua de corteza terrestre y el desplazamiento de las dos parte de
Islandia que reposan en placas distintas. Un segundo aspecto es el histórico ya
que en la parte oeste del parque, se encuentra la sede, más bien el lugar (el
Lögberg , la roca de la ley), en mitad de las crestas y las fallas, donde se
reunió durante siglos el Parlamento islandés, desde 1930, el más antiguo del
que se tiene conocimiento. El Alping, se reúne por primera vez en el año 930
junto a la roca de la ley en ese mismo lugar se declaró a independencia de la
isla en 1944.
Dejamos el coche un poco antes
del parking 1 (para que sea gratuito), vamos al baño (200kr cada uno) y, sin
entrar en el centro de visitantes, nos asomamos al primer mirador de la
impresionante falla.
Parque Nacional Thingvellir |
Decir que la temperatura era de 9
grados pero con toda la variedad posible del tiempo, cambiando constantemente
de sol a lluvia, nublado, arco iris, incluso granizo, todo con un viento
bastante fuerte mantenido.
Realizamos todo el recorrido para
ver el lugar del primer parlamento y la cascada, volviendo al mismo punto pero
desde el otro lado del río para tener otra perspectiva del lugar y también para
ver la iglesia, donde precisamente se estaba celebrando una boda.
Parque Nacional Thingvellir |
Parque Nacional Thingvellir |
Parque Nacional Thingvellir |
Parque Nacional Thingvellir |
Regresamos hacia el coche y
seguimos nuestro recorrido por el círculo dorado de Islandia.
Llegamos al siguiente punto,
Geysir. Es el géiser más antiguamente conocido y uno de los ejemplos más
impresionantes de este fenómeno en todo el mundo. La mayor parte del tiempo, el
Geysir puede lanzar agua hirviendo hasta más de 80 metros en el aire. Sin
embargo, las erupciones no suelen ocurrir a menudo y en el pasado ha habido
épocas en que no se han presentado durante años. Desde principios del siglo
XXI, «El Gran Geysir» dejó de manar agua debido a las piedras y objetos
arrojados por los turistas. Actualmente, la mayor atracción turística es el
Strokkur, otro géiser que arroja aguas cada cinco minutos y que pueden llegar a
los veinte metros de altura.
Geysir |
Geysir |
Visitamos las fumarolas y por
supuesto vemos varias veces la expulsión de agua del Strokkur (que es el único
activo) deleitándonos cada 5 - 10 minutos con una.
Tras las fotos volvemos al coche
y nos dirigimos al último punto del día, la cascada de Gullfoss. Es uno de los
monumentos naturales más visitados de Islandia por su belleza y
espectacularidad. La cascada de Gullfoss se divide en dos partes, la segunda
cascada es oblicua a la primera y lanza las aguas del río Hvítá hacía la zona
por la que se llega. El salto de agua es de 32 metros en un estrecho acantilado
natural de unos 70 metros, lo que concentra el caudal y provoca un ruido
ensordecedor.
Geysir |
Gullfoss |
Dejamos el coche y comenzamos
bajando hacia el mirador un poco alejado de la espectacular caída de agua y no
dudamos en ir al más cercano bien tapados y haciendo fotos pero con la go-pro
porque te mojas entero, pero merece la pena acercarse al máximo.
También hay un morador en la
parte más alta que ofrece una imagen muy diferente porque permite ver el cañón
por donde discurre el río tras la cascada.
Gullfoss |
Gullfoss |
Cansados, recorremos los 85 kms
que nos separan de HELLA, pueblo donde teníamos la reserva para 2 noches. En un
punto paramos para hacer unas fotos a los caballos islandeses que se encuentran
por toda la zona y llegamos sobre las 19:30h al Café Arhus Hella (Rangarbakkar 6, 850 Hella, Islandia). Hacemos el
check-in y entramos en nuestra cabaña. Era muy pequeña con 2 literas, un baño
mini y una cocinita.
Salimos sólo una vez más para hacer unas fotos al río que está al lado de las cabañas y también para hablar con la recepcionista (que por suerte habla un perfecto español) porque saltaban los plomos no dejándonos encender los fuegos de la cocina. Además tampoco funcionaba el radiador. Finalmente se arregla el tema de la cocina pero la calefacción no hay manera así que nos traen un radiador eléctrico que calienta al máximo.
Salimos sólo una vez más para hacer unas fotos al río que está al lado de las cabañas y también para hablar con la recepcionista (que por suerte habla un perfecto español) porque saltaban los plomos no dejándonos encender los fuegos de la cocina. Además tampoco funcionaba el radiador. Finalmente se arregla el tema de la cocina pero la calefacción no hay manera así que nos traen un radiador eléctrico que calienta al máximo.
Nos hacemos pasta para cenar y
nos echamos a dormir porque estábamos agotados, había sido un día muy intenso.
Mapa de Ruta día 1
Mapa de Ruta día 1