PREPARATIVOS
Tengo que remontarme a Diciembre
2019 para comenzar a hablar de los preparativos de este viaje. En ese momento,
en una escapada de 4 días a Oporto con Leo, mi mejor amiga Miriam y su novio
Alberto, empezamos a pensar en la posibilidad de este viaje para el año
siguiente mientras tomábamos una cerveza resguardándonos de la lluvia.
Era difícil imaginar que, una
pandemia mundial iniciada en Europa en marzo 2020 iba a provocar que se retrasaran
esos planes durante 2 años.
Ya en el actual 2022, viendo que
la situación de coronavirus mejoraba con la vacunación masiva (al menos en
países desarrollados) y los países daban pasos progresivos, eliminando
restricciones volviendo casi a la normalidad, para potenciar el turismo
internacional de largas distancias, volvemos a pensar en la idea de este viaje.
Además había que incluir un
crucero, ya que Miriam y Alberto no pudieron subir al que hicimos por las Islas
Griegas en octubre por falta de una dosis de vacuna (vacunación completa en
Europa al haber pasado el covid era sólo una dosis, algo que en la naviera no
consideraban) que ya habían pagado y les guardaban el dinero durante un año.
Así que lo primero que comenzamos
a pensar es en qué crucero a Alaska hacer. Finalmente nos decidimos que fuera
de ida y vuelta al mismo punto para evitar tener que hacer un vuelo interno y,
el que más nos convenció fue el que salía y llegaba a Seattle de una semana con
cinco paradas de desembarcar. La naviera era NCL (Norwegian Cruise Line), la
misma que en Grecia y que además nos había encantado, así que no nos importaba
a Leo y a mí en absoluto repetir.
Las fechas eran la última semana
de junio y primera semana de julio por lo que pensamos que era mejor hacer ruta
y visitas por nuestra cuenta en la zona durante la primera semana y la segunda
estar más relajados en el crucero.
Reservamos los vuelos Madrid –
Seattle con KLM con escala en Ámsterdam ya que era más económicos dentro de que
es un viaje en avión caro, y además nos encajaban bien en cuanto a horarios.
Quedaba planificar la ruta de la
primera semana y nos decidimos por, tras un día en el Outlet de Seattle para
compras que se encuentra de camino a la frontera, pasar 4 noches en Vancouver y
2 noches en Seattle antes de embarcar en el crucero. Miramos mucho y había más
cosas cercanas en los alrededores de Vancouver para visitar y así también los
dos últimos días nos ahorrábamos tener el coche.
A través de Booking reservamos los hoteles que, como eran tan caros, decidimos habitaciones en
todos ellos de 4 adultos para que saliera a mitad de precio. Tenemos mucha
confianza entre nosotros cuatro (como hermanos) y no hay problema por dormir
todos juntos.
Tengo que decir que, de inicio,
teníamos que hacernos una prueba de antígenos covid 24 horas antes de la salida
del vuelo para poder viajar a EEUU a pesar de estar todos completamente
vacunados pero, justo 2 semanas antes de irnos, el presidente Biden anuncia que
se elimina esa restricción (ante la presión de aerolíneas y sector turístico
por la escasa afluencia de turistas internacionales al país) y a nosotros nos
viene estupendamente porque nos evitábamos una situación de riesgo de no poder
hacer el viaje. Aun así habíamos contratado un seguro médico que nos cubría
también la posibilidad de anulación y devolución del dinero si dábamos positivo
y no podíamos viajar (110€ cada uno por todas las coberturas los 15 días).
La otra situación crítica que
tuvimos fue que, justo el 7 de Junio Leo da positivo a covid, estando bastante
enfermo con fiebre muy alta y a mí me contagia dando positivo el día 11 de
Junio. Lo bueno es que nos dura hasta el 18 que ya somos negativos en la prueba
y que íbamos con anticuerpos naturales, añadidos a los de las vacunas, justo
antes del viaje.