CANADÁ 4


DÍA 4

5 de Octubre de 2010

Salimos temprano del B&B para ir caminando hasta el centro de la ciudad, con la ventaja que nos permiten dejar el coche aunque ya hubiéramos hecho el check-out, y así no tener que depender de pagar zona azul. La caminata nos viene muy bien, y además nos salió un día espectacular de sol, lo que siempre hace que guste más una ciudad.

Otawa, bilingüe en las señales al ser la capital de Canadá
Ottawa nos sorprende. Llegamos a la explanada del Parlamento que es bastante grande y después de las fotos de rigor, caminamos rodeándola hasta llegar a la caseta que han construido allí para que puedan vivir gatos callejeros y donde la gente les echa comida, todo un símbolo de la ciudad según leemos en la guía.

Ottawa
Ottawa
Ottawa
Ottawa
Bajamos de Parlament Hill para poder observarla desde la colina de al lado después de atravesar un parque precioso en esa época del año de otoño. Volvemos al mismo sitio pasando por la National Gallery of Canada sin entrar pero haciéndonos fotos en la araña gigante de metal que preside la entrada (muy similar a la del Museo Gughenheim de Bilbao).

Ottawa
Ottawa
Ottawa
Sólo nos queda volver al B&B a recoger el coche, ya un poco cansados porque la caminata fue larga pero se puede recorrer sin problemas lo más característico de la ciudad a pié, ya con nuestras cosas nos ponemos en ruta.

Nos dirigimos hacia la provincia francófona del país, Quebec. Visitamos en primer la conocida estación de esquí de MONT-TREMBLANT. No había nieve lógicamente pero estaba muy bonita con sus casas de colores como de un cuento y además se podía subir en telesilla a lo alto de la ciudad para disfrutar de las vistas (hasta este punto era gratuito y pagando se podía continuar hasta lo alto de la montaña pero decidimos no subir porque era un poco caro).

Mont-Tremblant
Mont-Tremblant
Mont-Tremblant
Después del paseo, decidimos arriesgarnos y pedir el plato típico de allí, la Poutine, una mezcla de patatas fritas, queso derretido, bacon, salchichas, champiñones y salsa, en fin una bomba de calorías que compartimos para los dos.

Poutine
Regresamos al coche (lo habíamos dejado en el parking a la entrada de la estación) para ponernos de nuevo en carretera dirección MONTREAL, la segunda ciudad más poblada del país tras Toronto.

Acercándonos a la ciudad decidimos primero subir a su colina donde se puede ver una vista espectacular de Montreal junto a los pobladores de esa zona, mapaches que te rodean en búsqueda de comida (aunque los carteles te adviertan de que no lo hagas).

Montreal
Montreal
Bajamos hacia el centro y comenzamos a buscar alojamiento de los que yo había apuntado desde España y tras acudir a uno nos comenta la dueña que en teoría ya no recibe huéspedes pero como es sólo para una noche y tenía hospedadas unas amigas, nos alquila una habitación con cama matrimonial. Era una mujer muy agradable y una habitación estupenda, así que no podíamos pedir más. Fue el B&B Chez Nous (3711 Ste-FamilleMontrealQuebec H2X 2L7Canadá).




Salimos paseando a una calle cercana que nos indicó la dueña, que era la más concurrida por la noche porque estaba llena de restaurantes y bares nocturnos. Cenamos algo rápido y eso sí, después entramos en un bar de estilo vintage, enorme con unas mesas en plan terraza pero cerrada para tomarnos unas cervezas viendo la calle. Sólo nos quedó volver a nuestra habitación y descansar.



Mapa de Ruta día 4





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