Salimos el día anterior a las 23:55h de la noche desde el aeropuerto de Madrid Barajas a Buenos Aires, aeropuerto de Ezeiza, con Air Madrid. Recogimos las maletas sin problemas y nos dirigimos a la salida mientras decíamos "no" constantemente a los taxistas que nos ofrecían llevarnos a la ciudad.
Yo iba con un autóctono así que jugaba con ventaja respecto a los turistas porque fuimos directos hacia la izquierda, y a unos 500 metros se encuentran las compañías de remises. Explicar que se trata de transportes de coches privados integrados en una oficina y que traslada a pasajeros sin taxímetro porque se negocia un precio fijo según la distancia antes del trayecto.
Sin problemas llegamos a casa de Leo en el barrio de Caballito y descansamos del vuelo mientras hablamos con la familia.
Por la tarde jugaba River Plate contra San Lorenzo, dos equipos de fútbol clásicos de la
ciudad, y junto a Leo nos dirigimos al estadio (la cancha como lo llaman allí)
“El Monumental” (este es el nombre popular porque realmente se llama Antonio Vespucio Liberti). Para ello primero fuimos a Primera Junta a coger el subte (el metro), la
línea A que en sí es como un monumento turístico, porque es la más antigua de
la ciudad, conservando los vagones de madera y puertas que todavía se cierran a
mano.
Subte Línea A, Buenos Aires |
Llegamos al estadio y comenzó a
diluviar. Por supuesto no teníamos sitio techado, por lo que tuvimos que
refugiarnos dentro del túnel de entrada y finalmente en el descanso decidimos
volver a casa porque no paraba.
"La Banda" de San Lorenzo de Almagro, estadio Monumental, Buenos Aires |
Estadio Monumental, Buenos Aires |
Regresamos a casa y a descansar después
de la cena, que el jet lag iba haciendo efecto.
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