DÍA 2
16 de Junio 2012
Nos levantamos temprano y
acudimos al desayuno que teníamos incluido con la habitación del hotel (la
verdad es que bastante abundante). Tras recoger todo nos ponemos en marcha.
Nuestro primer destino del viaje
es HEIDELBERG, una ciudad a unos 150 kilómetros. Al llegar dejamos el coche en
un parking subterráneo y empezamos la visita callejeando por las calles del
centro hasta llegar al río Neckar que la cruza. En el puente antiguo podemos
ver la estatua del mono y el ratón en la que como manda la tradición frotamos
el plato para que nos traiga dinero el futuro (era hasta difícil acercarse a
hacerlo de la gente que había).
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Heidelberg |
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Heidelberg |
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Heidelberg |
Cruzamos al otro lado y subimos
durante un rato la colina de enfrente para poder tener unas vistas estupendas
de la ciudad. Ya descendiendo, volvemos al centro para comer algo en una
terraza cerca del reciento de la universidad.
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Heidelberg |
Ya con el estómago lleno, nos
dirigimos hacia el funicular que sube al edificio más emblemático, el castillo
que es posible verlo desde cualquier punto de Heidelberg ya que está en una
montaña.
Las ruinas de este castillo se
encuentran entre las más importantes estructuras renacentistas al norte de los
Alpes. Fue demolido en s.XVII y s.XVIII aunque posteriormente remodelado
parcialmente, datando de 1214 la parte más antigua. Damos una vuelta alrededor
del monumento y sobre todo disfrutar de la visión de la ciudad desde lo alto.
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Heidelberg |
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Heidelberg |
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Heidelberg |
Nos volvemos al coche tras la
visita y cambiamos de país (Francia) para llegar a ESTRASBURGO donde teníamos
el hotel reservado por dos noches. Era el Adagio Access Strasbourg Petite
France (27 Rue de Wasselonne, 67000 Strasbourg, Francia) y tuvimos un
apartamento estupendo con dos habitaciones y cocina, muy buena calidad-precio.
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Adagio Access, Estrasburgo |
Dejamos el coche aparcado en la
misma calle del hotel y después de dejar nuestras cosas empezamos a visitar la
ciudad. Nada más comenzar a caminar vemos un bar con terraza al aire libre que
nos gusta mucho, así que no dudamos parar y tomarnos algo mientras charlamos.
Después ya sí, nos dirigimos
primero al barrio Petite France, el más característico de la ciudad, zona donde
se regula el canal del agua y las esclusas que permite la navegación de barcos
por entre sus calles. Lo más bonito sin duda las casas antiguas con revestimientos
de madera y los puentes que van atravesando los canales. Todo muy bien
conservado y de cuento de hadas.
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Estrasburgo |
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Estrasburgo |
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Estrasburgo |
Continuamos hacia el centro hasta
llegar a la catedral, que data del s.XII el inicio de su construcción, en la
que sobresale una imponente torre. Damos un paseo por sus alrededores y ya
cansados regresamos hacia el hotel, parándonos antes en una pizzería en la
misma calle en la que compramos pizza y refrescos para comerlo en el
apartamento antes de dormir.
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Estrasburgo |
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Estrasburgo |
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