DÍA 3
13 Octubre 2017
Quedamos todos a las 8:30h en el
desayuno que teníamos incluido en el hotel para poco después ponernos en marcha
para nuestro segundo día en Buenos Aires.
Caminamos desde el hotel de nuevo
por la Avenida Corrientes y luego por Callao para, en la esquina con Avenida
Santa Fe ver el Ateneo Grand Splendid. Considerada una de las librerías más
bonitas del mundo ya que se ubica en un teatro inaugurado en 1919 manteniendo
toda la arquitectura original de dicho teatro.
Desde ahí seguimos por Callao
hasta el Barrio de Recoleta, más concretamente comenzamos por el Cementerio de
la Recoleta, una obra de arte en sí mismo y donde se encuentran sepultados el
mayor número de personalidades del país (entrada gratuita). Fue construido en
1822 como primer cementerio público de la ciudad y su trazado es obra del
ingeniero francés Próspero Catelin.
Eran las 10:45h y a las 11
empezaba la visita guiada gratuita, así que decidimos esperar. Pudimos
disfrutar del guía muy poco porque duraba toda la visita casi 2 horas y
nosotros no teníamos tanto tiempo, así que dimos una vuelta por nuestra cuenta
por el cementerio viendo, por supuesto,
la tumba más querida, la de Eva Perón o Evita.
Justo al lado del cementerio
vimos la Basílica Nuestra Señora del Pilar. Inaugurada en 1732 gracias al
dinero aportado por un zaragozano, de ahí el nombre y evidentemente nosotros
como buenos maños no dejamos de visitarla también en su interior.
Continuamos nuestro paseo bajando
Plaza Francia hasta llegar a la Facultad de Derecho, un edificio que llama la
atención, construido en 1949 e inspirado en el más puro estilo dórico, sin otra
decoración que la que le presta su propia estructura monumental.
De ahí por la avenida Libertador
llegamos a Floralis Genérica. Es una escultura metálica situada en la Plaza de las
Naciones Unidas e inaugurada en 2002 y representa una gran flor realizada en
acero inoxidable, con esqueleto de aluminio y hormigón armado, que mira en
dirección al cielo, extendiendo hacia él sus seis pétalos.
Seguimos hacia el barrio de Palermo,
la zona más verde, pasando por el Jardín Japonés al que no entramos porque no
teníamos mucho tiempo (cuesta $95) y llegamos hasta El Rosedal. Dentro del
Parque 3 de Febrero, en Palermo, se encuentra el Rosedal, con una colección de
más de 18.000 rosas y un lago que lo rodea. En sus 3,4 hectáreas que ocupa,
también cuenta con un puente griego que cruza el lago, un anfiteatro, un patio
andaluz y el Jardín de los Poetas. Nos gustó mucho recorrerlo y además como el
tiempo era bueno hacía que la vista fuera más bonita, así como el olor de todas
las rosas. La entrada es gratuita.
En ese punto nos vino a buscar
con la furgoneta nuestro amigo Ezequiel para ir a un barrio fuera del centro,
en Villa del Parque, porque está la sede del equipo de fútbol de Racing para
comprar las entradas del partido al que iríamos al día siguiente. Costaron de
media 20€ cada uno (ya que las chicas pagan menos), en la localidad más barata,
en la popular con toda la hinchada.
De ahí con el coche vamos al
barrio de Caballito, donde se crió Leo toda la vida, para comer. Nuestra idea
era ir a un restaurante que nos gustaba mucho, Honorio, en la avenida Pueyrredón.
Como al pasar vimos que estaba cerrado utilizamos el plan B y fuimos al
restaurante La Esquina de Rojas (Franklin 888, 1405 CABA), al lado de la
antigua casa de Leo, donde comimos estupendamente y bastante económico pastas y
milanesas.
Aunque estábamos bastante llenos
de la comida (las raciones en Argentina son mucho mayores), no podíamos irnos
de la zona sin tomar un helado en Il Trovatore (Av. Rivadavia 5078, C1424CES
CABA) porque para nosotros es una de las mejores heladerías de la ciudad.
Volvemos todos al coche y nos
vamos al barrio de La Boca para ver el estadio del equipo de fútbol Boca
Juniors, la famosa Bombonera, eso sí por fuera. Impresiona el que esté tan
incluida en el barrio pero sobre todo sorprende a los que no la habían visto
que está bastante descuidada para ser el estadio más conocido.
La Bombonera, Buenos Aires |
Desde allí vamos hasta la calle
de Caminito admirando y fotografiando sus conventillos típicos de chapa que
muestran sus paredes pintadas de distintos colores, siendo también un museo a
cielo abierto de casi 150 metros de longitud. Atardecía y no es una zona
recomendable para estar de noche así que rápido llegamos hasta el Riachuelo
para comprobar la enorme contaminación que tiene y para ver el puente transbordador
Nicolás Avellaneda de fondo.
De nuevo en la furgoneta nos
vamos al hotel porque teníamos el tiempo justo para poder arreglarnos y
ponernos guapos para al show de tango que nuestro amigo César nos había
conseguido. Estaba justo a una cuadra del hotel, Esquina Carlos Gardel (Carlos Gardel 3200, C1015 CABA) donde
llegamos a las 20:30h creyendo que era la hora en la que empezaba la cena pero
llegamos justo los primeros.
Caminito, Buenos Aires |
Caminito, Buenos Aires |
Caminito, Buenos Aires |
Puente Transbordador, Buenos Aires |
Hay que decir que la cena no
estaba muy buena para el precio que cobran según vimos en la página web, eso sí
el espectáculo de tango fue muy bueno. Lo peor es que estábamos muy cansados
(el jet lag nos pasaba factura) y no pudimos disfrutarlo todo lo que nos habría
gustado. A las 12 terminó el show y nos fuimos agotados al dormir.
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