CANTABRIA 7


DÍA 7

31 Julio 2020

De nuevo preferimos levantarnos temprano para poder aprovechar bien el día porque nos íbamos a desplazar a la parte más oriental de la Comunidad Autónoma, ya en la frontera con País Vasco.

Antes nos acercamos a Santillana del Mar, al Museo de Altamira para sacar entradas. Toda la mañana está completa y podemos tenerlas para las 17:45h, y no lo dudamos porque ese era el último día que eran gratuitas debido a la pandemia de coronavirus (a partir del 1 de agosto ya había que pagar).

Llegamos a CASTRO URDIALES y tras dejar el coche nos ponemos en marcha para recorrer la ciudad. Estábamos en la playa de Brazomar, así que la recorremos por su paseo marítimo y enlazamos con el puerto y la parte más turística.

Playa de Brazomar, Castro Urdiales

El paseo es largo pero agradable aunque ya empezaba a hacer calor y por supuesto es todo al sol. Vemos el puerto deportivo y terminamos en el Conjunto histórico principal. 

Paseo marítimo, Castro Urdiales

Paseo marítimo, Castro Urdiales

Paseo marítimo, Castro Urdiales

Paseo marítimo, Castro Urdiales

Allí se encuentra la Iglesia Santa María de la Asunción, templo católico de estilo gótico construido entre el siglo XIII y el XV, a la que entramos (por cierto que tiene una Virgen del Pilar dentro, para nosotros que somos de Zaragoza todo un honor). También está el Castillo Faro de Santa Ana, el edificio actual comenzó su construcción en el siglo XII, sufriendo diversas modificaciones y adiciones y abandonándose en el siglo XVI; y las ruinas de la Ermita de San Pedro. Es una zona preciosa que al estar en lo alto permite unas excelentes vistas de la zona y el mar.

Castro Urdiales

Castillo Faro Santa Ana, Castro Urdiales

Iglesia Santa María de la Asunción, Castro Urdiales

Iglesia Santa María de la Asunción, Castro Urdiales

 


Castro Urdiales

En la parte baja se encuentra el Ayuntamiento y comenzamos el camino de regreso al coche pero por la parte vieja de la ciudad.

Ayuntamiento, Castro Urdiales

Antes de irnos nos tomamos un aperitivo en una terraza justo al lado del coche y nos ponemos en marcha.

Como se nos había pasado la mañana en Castro Urdiales, vamos directamente a SANTOÑA, donde teníamos reserva para comer. Antes de ir al restaurante damos un paseo por los alrededores y aprovechamos para comprar en una tienda de productos típicos anchoas, bonito y patés de pescados, como no podía ser de otra manera estando allí.

Vamos al restaurante llamado As de guía (Calle Duque de Santoña, 23, 39740 Santoña), una arrocería que tiene buenas críticas en internet pero que a nosotros nos nos llega a convencer en cuanto a calidad precio, y eso que pedimos dos paellas distintas para mayor variedad.


Después de la comida vamos de regreso pero por la costa para poder ver alguna de las playas salvajes de Cantabria. Finalmente paramos en la Playa de Antuerta, dejamos el coche e el parking de abajo y subimos hacia el acantilado que da la vista de la playa. Hacemos sólo un par de fotos y nos vamos pronto porque tengo una caída en un zarzal y estaba dolorida y con pinchos en piernas y manos, pocas ganas de quedarnos más tiempo.

Playa de Antuerta

Playa de Antuerta

Al final menos mal que no paramos en más playas porque se nos echaba el tiempo encima y llegamos muy justos (de hecho 5 minutos tarde) al Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira. A pesar de todo podemos entrar y admiramos las pinturas reproducción exacta de la verdadera cueva de forma rápida.

Se puede asegurar que la cueva fue utilizada durante varios periodos, sumando 22 000 años de ocupación, desde hace unos 35 600 hasta hace 13 000 años, cuando la entrada principal de la cueva quedó sellada por un derrumbe, todos dentro del Paleolítico superior. Contiene pinturas polícromas, grabados, pinturas negras, rojas y ocres que representan animales, figuras antropomorfas, dibujos abstractos y no figurativos. En cuanto a su techo de los polícromos ha recibido calificativos como «Capilla Sixtina» del arte rupestre.

Museo de Altamira

Museo de Altamira

Regresamos al apartamento y preparamos las cosas para irnos a la playa, queríamos aprovechar el último rato para poder darnos un baño y quedarnos hasta el anochecer. Volvemos a la playa de los Locos en Suances que ya la conocíamos y nos gustaba.

Decidimos cenar en el restaurante de los dueños de los apartamentos como despedida y también porque así lo teníamos al lado.

Después de la cena unos juegos y a descansar.


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