LOS VIAJES DE CAROL ... Y LEO: CÁDIZ-MÁLAGA 6

DÍA 6

29 Octubre 2020

Nos levantamos temprano y lo primero que hacemos es buscar un sitio para desayunar. Volvemos una de las calles peatonales pasado el puente, la calle Carrera Espinel y encontramos el sitio perfecto, la Churrería Alba (Carrera Espinel, 44, 29400 Ronda). Nos comimos unos churros con café con leche y chocolate que estaban buenísimos y muy barato, así que con mucha energía en el cuerpo nos preparamos para un día intenso que nos esperaba.

Por cierto que, cuando estábamos en la habitación por la noche y repasando las novedades de las noticias, informan que a partir del 30 de octubre se realizará cierre perimetral en todas las Comunidades Autónomas para evitar desplazamientos por el puente de noviembre. Nuestra idea era el terminar la ruta el domingo día 1 visitando Málaga capital y varios pueblos blancos de esa provincia. De hecho teníamos reserva prevista de hotel en Málaga pero, tras las noticias, decidimos regresar a Madrid el viernes 30 y para evitar movernos demasiado, por la mañana solicitamos ampliar una noche más la reserva en el hotel de Ronda.

Nos vamos al parking donde tenemos el coche y nos dirigimos al pueblo de SETENIL DE LAS BODEGAS en la provincia de Cádiz a 18 kilómetros de Ronda.

Dejamos el coche a las afueras y recorremos este pueblo blanco de Cádiz y considerado uno de los más bonitos de España. Su entramado urbano está declarado Conjunto Histórico, cuyo centro está incrustado en el tajo formado por el río Guadalporcún a su paso por la ciudad.

Setenil de las Bodegas

Comenzamos por la parte alta para tener una perspectiva preciosa del pueblo en un conjunto y luego vamos hacia el Castillo, fortaleza Nazarí del s. XIII y la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de estilo mudéjar y gótico de los s. XV y XVII.

Setenil de las Bodegas

Castillo, Setenil de las Bodegas

Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, Setenil de las Bodegas

Setenil de las Bodegas

Desde allí callejeamos hasta que llegamos a la parte más conocida y característica del pueblo. En la parte baja los vecinos han aprovechado el tajo creado en la roca por el río para construir sus casas. Se trata de un excepcional ejemplo de un tipo de vivienda denominado "abrigo bajo rocas" que, a diferencia de otras construcciones semitroglodíticas desarrolladas en Andalucía, no excava la roca, sino que se limita a cerrar la pared rocosa y desarrolla la vivienda de forma longitudinal.

Setenil de las Bodegas

Cuando regresamos al coche, como la ruta nos vuelve a subir por la carretera paramos un momento para otro mirador del pueblo desde mayor altura, no nos cansábamos de mirarlo. Es una visita imprescindible, nos encantó.

Setenil de las Bodegas

Desde Setenil de las Bodegas nos dirigimos a nuestro siguiente punto que teníamos marcado, el pueblo de ZAHARA DE LA SIERRA. Sólo son 32 kms de distancia, así que llegamos pronto.

Lo primero que hacemos al dejar aparcado el coche es subir hasta el Castillo y, con buen esfuerzo porque está a una altura considerable, llegamos para poder disfrutar de las espectaculares vistas del pueblo y del embalse y del río Guadalete.

Zahara de la Sierra

Castillo, Zahara de la Sierra

Zahara de la Sierra

Castillo, Zahara de la Sierra

Un poco cansados porque además hacía mucha calor, bajamos hacia el pueblo atravesando la Puerta de la Villa y vemos la plaza principal donde se encuentra el Ayuntamiento y la Iglesia de Santa María de la Mesa. Vamos hasta el mirador para finalizar la visita.

Puerta de la Villa, Zahara de la Sierra

Iglesia de Santa María de la Mesa, Zahara de la Sierra

Mirador, Zahara de la Sierra

Regresamos al coche y volvemos a Ronda. Tras dejar el coche el el parking al lado del hotel, nos vamos a comer y, tras pasar por la Plaza de Toros y hacer unas fotos, decidimos ir a un restaurante recomendado en internet que no nos defraudó en absoluto. Fue el restaurante La Taberna (Plaza del Socorro, 8, 29400 Ronda) y comimos migas y rabo de toro buenísimo entre otras cosas. Además el camarero era encantador y nos recomendó la mejor ruta para visitar Ronda desde el punto en el que estábamos.

Plaza de Toros, Ronda

Empezamos en la Plaza del Socorro donde se encuentra el restaurante y, desde allí, caminamos hacia la Alameda del Tajo, un parque precioso del s.XIX que desemboca en el espectacular Paseo de los Ingleses, justo en el límite antes de la caída en precipicio hacia el río Guadalevín.

Plaza del Socorro, Ronda

Parroquia Nuestra Señora del Socorro, Plaza del Socorro, Ronda

Alameda del Tajo, Ronda

Vistas desde Paseo de los Ingleses, Ronda

Continuamos rodeando el precipicio hasta que llegamos al monumento más emblemático y fotografiado de la ciudad, el Puente Nuevo. Construido entre 1751 y 1793, hasta 1839 fue el puente más alto del mundo con una altura de 98 metros. Une las zonas histórica y moderna de la ciudad salvando el tajo de Ronda, una garganta excavada por el río Guadalevín a través de una sillería de piedra. Lo admiramos y lo cruzamos en diagonal para continuar la ruta y también poder verlo del otro lado.

Puente Nuevo, Ronda

Vistas desde Puente Nuevo, Ronda

Puente Nuevo, Ronda

Desde allí bajamos hacia la Casa del Rey Moro que se compone de tres elementos: la Mina de Agua de época musulmana (uno de los ejemplos mejor conservados en España), la Casa de estilo Neomudéjar (actualmente en restauración) y el Jardín.

Pagamos los 7 € cada uno de la entrada y lo primero que visitamos es la parte de la Mina. Nos espera un descenso de unos 60 metros hasta el río Guadalevín, más de 200 escalones que de bajada todo bien, pero la subida tan empinada no es apta para personas con dificultades físicas. Aún así es preciosa la imagen del río desde esa perspectiva, justo rodeado de paredes de piedra.

La Mina, Casa del Rey Moro, Ronda

Después de la tremenda subida de escaleras, hacemos unas fotos del jardín y del palacio (está cerrado por dentro) antes de continuar con nuestra visita de la ciudad.

Vistas desde el Jardín, Casa del Rey Moro, Ronda

Jardín, Casa del Rey Moro, Ronda

Vistas desde el Jardín, Casa del Rey Moro, Ronda

Nuestra siguiente parada tras la Casa del Rey Moro, son los Baños Árabes, pasando para llegar a ellos la Puerta de Carlos V y bajando un tramo de escaleras alrededor de las murallas para llegar justo al lado del Puente Árabe.

Puerta Carlos V, Ronda

Ronda

La cronología de los Baños Árabes de Ronda se remonta a los siglos XIII-XIV d.C., estructurándose éstos en tres zonas fundamentales, siguiendo el modelo romano: salas de baño frío, templado y caliente, además de la sala de la caldera y la recepción. Hasta la actualidad ha llegado prácticamente en su integridad el sistema hidráulico de los mismos.

La visita merece la pena y la entrada cuesta 3,5€ cada uno.

Baños Árabes, Ronda

Vistas desde Baños Árabes, Ronda

El Puente Viejo desde Baños Árabes, Ronda

A la salida recorrimos toda la calle Molino de Alarcón para observar las Murallas de la ciudad desde esa posición, incluida la Puerta de la Cijara.

Puerta de la Cijara, Ronda

Murallas, Ronda

Ronda

Nos toca subir de nuevo a la parte alta de la ciudad y lo hacemos atravesando la Puerta del Almocábar del s. XIII, por una de las partes mejor conservadas de la muralla. En ese punto se puede subir a la Muralla para tener unas vistas preciosas de la Iglesia Santa María y del Espíritu Santo y del Castillo del Laurel.

Muralla e Iglesia Santa María y del Espíritu Santo, Ronda

Puerta del Almocábar, Ronda

Iglesia Santa María y del Espíritu Santo, Ronda

Castillo del Laurel, Ronda

Agotados pero también maravillados por todo lo que habíamos visto de Ronda, aún nos quedaba el punto más importante por ser el más fotografiado de la ciudad y, que a propósito, habíamos dejado para el final. El Mirador del Puente Nuevo desde abajo. Para llegar a él primero visitamos la Plaza Duquesa de Parcent (justo en la que está el parking del coche), donde se encuentra el Ayuntamiento, la Iglesia Santa María la Mayor y el Convento de Clarisas.

Ayuntamiento, Ronda

Iglesia Santa María la Mayor, Ronda

El Mirador del Puente Nuevo se encuentra en la Plaza María Auxiliadora, hay que atravesar una pequeña puerta y bajar unos cuanto escalones para poder encontrar el punto de la fotografía por excelencia. Una maravilla.